La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha dicho este lunes que el certificado digital sanitario “será un facilitador de nuestras vidas”, al favorecer la movilidad, y que tendrá un “uso sanitario” así como “otros” en los que trabaja con Europa y las comunidades autónomas.
Ha asegurado que ahora están en la integración de tres soportes digitales para su puesta en marcha, que puede ser a “principios de verano” y que “en ningún caso será discriminatorio” y ha advertido que en esa vuelta a la normalidad hay que ser “conscientes y tener cuidado”.
Darias y el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, han analizado el futuro de la Europa postcovid y los fondos de europeos en un evento telemático organizado por “El País”.
La ministra se ha mostrado esperanzada con la repercusión de esos fondos para salir de la crisis, así como en la inoculación de las vacunas y el avance de personas inmunizadas para la reactivación económica, un camino que no está “exento de dificultades”.
Ha hecho una llamada a “la cultura del cuidado”, una lección aprendida de la pandemia, y a la necesidad de, con esos fondos, “reforzar, ampliar y mejorar” la capacidad de asistencia del sistema Nacional de Salud, que también debería ocuparse de la vigilancia epidemiológica, la medicina preventiva y la promoción de hábitos saludables.
Darias ha insistido en que, a partir de abril, va a haber un “salto muy importante” en la distribución de vacunas y que ya cuentan con planes operativos y planificación, junto con las autonomías, para dispensarlas.
Ha restado importancia, al igual que el vicepresidente europeo, a que otros países, como EEUU, Gran Bretaña o Israel, tengan a más población vacunada, porque lo importante es “cómo se llega al final del camino” y ha precisado que, si las farmacéuticas “cumplen con su trabajo y lo pactado”, se logrará vacunar al 70 por ciento de la población en el verano.
No se ha pronunciado sobre si España está ante una cuarta ola de la pandemia, pero sí ha reconocido que “hay un repunte” y ha abogado por mantener e intensificar las restricciones de movilidad y contactos.
Tras pedir “un poco de prudencia” a los ciudadanos, se ha mostrado preocupada por la afluencia de gente en algunas zonas de Madrid, porque esa “no debe ser la imagen de mi país”, sino la de “la gente responsable, que cumple con las limitaciones”.
Ha reconocido que “salvar la Navidad no fue lo mas adecuado”, porque el objetivo “no es salvar semanas, es salvar vidas”.
Respecto a la decisión del Tribunal Constitucional alemán de paralizar el reparto de los fondos europeos, Darias no ha querido especular y ha resaltado la voluntad de las instituciones europeas “de seguir adelante”.
El vicepresidente Schinas ha distinguido tres fases en la gestión de la pandemia en Europa: la primera con “descoordinación, cacofonía y pánico”, seguida de otra en la que los estados se dieron cuenta de su interdependencia y, la última, de convergencia y “de hacer juntos cosas inimaginables”, como la compra centralizada de material sanitario.
Se ha felicitado por poner en marcha “el mayor programa de vacunación en la historia de la humanidad”, a pesar del retraso de algunas de las empresas, con las que se negoció, ha reconocido, con “ingenuidad”, al no insistirles más en los plazos de producción, por lo que ahora se hace “un poco la labor de policía en las plantas”.
Schinas ha apreciado que algunos líderes europeos intentan “nacionalizar los éxitos” frente a la pandemia y “europeizar los problemas” y ha avisado que un país en solitario no puede conseguir resultados sanitarios satisfactorios.
Se ha mostrado partidario de aprovechar algunas evidencias que ha desvelado la pandemia, que puso de manifiesto la falta de mascarillas y del resto de material sanitario, y “recuperar la capacidad de ser autónomos” en Europa.
En cuanto a si habrá retrasos en la recuperación económica, ha apostado por el certificado digital de vacunación, que producirá una “explosión de movilidad y demanda que Europa tiene que aprovechar”, por lo que no le “entra en la cabeza” que se vaya a fracasar “por los jueces alemanes” y más en un momento en que países como China o Estados Unidos “van a inyectar mucho dinero en la economía y Europa se puede quedar atrás”.