Canarias tiene la suerte de ser un territorio con una riqueza natural única. Sus paisajes, marcados por una vegetación propia, aportan una belleza sinigual a nuestras Islas, siendo todo un atractivo para residentes y turistas. Nuestra flora y fauna autóctona es uno de nuestros mayores tesoros pero lamentablemente, esta abundancia natural no da, por sí sola, la solución al desempleo.
Somos inmensamente ricos por haber nacido en unas Islas colmadas de exuberancia natural, pero el empleo, desgraciadamente, no crece en los árboles y aunque parezca paradójico, somos agraciados y desafortunados a la vez. Al mismo tiempo que presumimos de nuestros endemismos naturales nos avergonzamos de nuestros males endémicos. El desempleo, la pobreza y la exclusión social están tan arraigados a nuestra tierra como la laurisilva o la palmera canaria.
Si bien debemos hacer un esfuerzo para salvaguardar nuestra flora y fauna autóctona, tenemos que hacer todo lo contrario para erradicar, de una vez por todas, nuestros déficits más enraizados que lastran el crecimiento de nuestras Islas y merman la capacidad de avanzar hacia un Estado de mejor bienestar. Nuestro PIB, que languidece cada día con 11.000 millones de euros menos, necesita recuperarse lo antes posible, por lo que la creación de empleo es crucial para dinamizar nuevamente nuestra deteriorada economía y distribuir la riqueza en todas las Islas.
Canarias soporta desde hace décadas el peso del paro. Son más de 280.000 los canarios que están desempleados, a los que sumamos los 89.000 trabajadores que están en situación de ERTE. Estas dramáticas cifras obligan a las administraciones públicas a ponerse al servicio del ciudadano con más ímpetu si cabe. Todas las acciones que se emprendan desde ayuntamientos, cabildos, Gobierno regional, nacional e incluso europeo son más que bienvenidas. Por ello, en La Gomera hemos activado una importante inyección de recursos que estoy seguro que dinamizarán el mercado laboral de la Isla y que supondrán la creación de 800 empleos este año.
Todas las previsiones apuntan que este año será más que duro y que el avance hacia la recuperación no llegará hasta bien entrado el 2022, pero las administraciones públicas tenemos el deber de facilitar ese impulso que permita que esos primeros pasos hacia la reactivación se den cuanto antes. Todas las instituciones públicas debemos actuar de forma unida para inyectar recursos al tejido productivo. El Gobierno de España con los fondos que traen ayudas directas para las empresas y sectores que han sido duramente castigados por la pandemia; el Gobierno de Canarias a través de su eje principal de acción, el Plan Reactiva, también rema en esta dirección, y por supuesto los cabildos y ayuntamientos, administraciones que conocen de primera mano las necesidades de sus vecinos, también son esenciales para activar mecanismos claves que repercutan en la generación de empleo.
Desde el Cabildo de La Gomera hacemos un esfuerzo cada día para buscar las mejores vías de actuación que supongan un alivio para las numerosas familias que lo están pasando realmente mal, impulsando proyectos generadores de empleo, a la vez que protegemos a las empresas privadas con ayudas directas para mitigar el impacto de la crisis y facilitar al mismo tiempo la contratación.
Son proyectos que responden a la realidad actual de nuestra Isla y a sus necesidades. Programas como la mejora de senderos, la restauración de áreas degradadas del Parque Nacional o la adecuación de bancales generan empleo y benefician a nuestro paisaje, respaldan al sector primario y suponen una renovada ilusión para emprender la tan ansiada recuperación.