El Cabildo de La Gomera ha informado, este viernes, de la gestión de 700 toneladas de residuos en los dos años de vigencia del servicio insular de recogida selectiva. Unas cifras que muestran el impacto que ha tenido en toda la geografía de la isla esta prestación, que permite el reciclaje de papel-cartón y envases ligeros.
El presidente insular, Casimiro Curbelo, explicó que este servicio permite avanzar en los objetivos de sostenibilidad marcados desde la Institución con el compromiso de reducir el impacto que tienen los residuos en la geografía insular, posibilitando dar una nueva utilidad a este material. En este sentido, destacó el volumen de separación de residuos que se produce en los municipios del norte, donde desde la llegada del servicio se ha gestionado más de un 25% de los residuos generados.
“La eficiencia de la gestión es vital para lograr que los materiales que se desechan en La Gomera tengan una nueva utilidad. No ha sido sencillo el proceso de transformación y, aún hoy, seguimos analizando mejoras que implantar y que los ciudadanos irán notando de forma paulatina”, precisó Curbelo, quien insistió en planificar acciones complementarias que lleguen a los ciudadanos, especialmente, aquellas destinadas a la concienciación “que es primordial para alcanzar objetivos”.
La planificación en la gestión es otra de las hojas de ruta en la que avanza La Gomera. El consejero de Sostenibilidad, Héctor Cabrera, detalló los pasos que se han dado en la implantación de medidas previstas en el Plan Director Insular de Residuos, dirigidas a la gestión sostenible de lo que se genera en los hogares, a partir de la planificación y su transformación en nuevos recursos.
De esta forma, La Gomera incrementará la reutilización y el reciclaje de los residuos municipales, priorizando la fabricación de compost; y efectuar un tratamiento residual lo más próximo a la fuente de generación, dotando de instalaciones eficientes para la gestión adecuada a las necesidades y condicionantes insulares.
Asimismo, recordó que se implantará de forma progresiva, iniciándose en San Sebastián, la recogida separada de biorresiduos, para extenderse al resto de la isla. Mientras, la retirada separada de residuos textiles, aceites de cocina usados y residuos peligrosos domésticos se ejecutará mediante la disposición de puntos limpios itinerantes.