Buenas noticias para Canarias cogidas con cautela: Reino Unido podría retirar la cuarentena obligatoria para los viajeros que se desplacen a los países que integran la lista ámbar, entre los que se encuentra España. Los medios británicos publicaron ayer que el Ejecutivo de Johnson estaría estudiando la posibilidad de aligerar las restricciones para los viajes al extranjero de las personas vacunadas. A día de hoy solo un puñado de países figura en la lista verde, libre de cuarentena obligatoria a la llegada a territorio británico. 50 territorios están en la lista roja, lo que significa que las personas que llegan deben permanecer en un hotel de cuarentena durante 14 días.
La lista ámbar, que incluye a la gran mayoría de países, junto con España, ha provocado mucha más confusión. El consejo oficial del Gobierno insta a las personas a no viajar a estos lugares y, si lo hacen, deberán hacer cuarentena de 10 días en su casa o utilizar un sistema de test que permite terminar la cuarentena en cinco días. Según esta última opción, el viajero puede pagarse un test privado en el quinto día de estancia en Reino Unido y, si el resultado es negativo, puede terminar su cuarentena en ese momento.
Tras las protestas de muchos países, sobre todo, Portugal y España, viajeros y empresas dedicadas al turismo, los ministros están contemplando aflojar las restricciones de viaje para la lista ámbar para permitir que cualquiera que haya completado la vacunación contra la COVID esté eximido de la cuarentena. Aquellos que no hayan sido completamente vacunados aún enfrentarían las mismas restricciones actualmente en vigor para los países de la lista ámbar.
Según The Telegraph, Matt Hancock, el secretario de salud, está abierto a la idea. La sugerencia de que los viajeros podrían tener más incentivos para recibir las vacunas también ha generado especulaciones sobre el futuro del sistema de semáforos y si, en el caso de que siga vigente, qué probabilidades hay de que los viajeros puedan visitar los países de la lista roja, dado las barreras impuestas en el regreso, durante el resto de 2021.
La semana pasada, la ex primera ministra Theresa May acusó a los ministros de haber implantado un sistema caótico de restricciones a los viajes internacionales. “Nos estamos quedando atrás del resto de Europa en nuestras decisiones de apertura… Es incomprensible que uno de los países más vacunados del mundo sea uno de los más reacios a dar a sus ciudadanos las libertades que esas vacunas deberían aportar”, dijo.
Chris Grayling, exsecretario de transporte conservador, también señaló que las decisiones del gobierno costarían cientos de miles de puestos de trabajo y dejarían a la industria de la aviación “mermada para el futuro”.