Escuchar, tomar nota y buscar soluciones. Estas tres acciones son la base sobre la que se fundamenta el trabajo de todo político que se precie, ya que como representante público ha sido designado democráticamente para realizar esta labor, que a priori puede parecer una tarea exenta de complejidades. La dichosa pandemia que se resiste a abandonarnos ha agravado los grandes problemas estructurales que padecía ya Canarias desde hace décadas, incrementando el número de desempleados y con ello, el índice de pobreza y exclusión social.
Ya conocen los datos. Son más de 274.000 las personas que siguen sin empleo a las que sumamos las 75.000 en ERTE. Son más del 35% los ciudadanos que viven en el umbral de la pobreza. Con los bolsillos agujereados de las economías familiares y con una debilitada economía, cuyo PIB se hunde en 20 puntos, la Administración no puede taparse los ojos ante tal situación. La unidad de acción, la cooperación y la colaboración deben estrecharse, con mayor fuerza si cabe, para aunar fuerzas y recursos que aporten algo de sosiego a la incertidumbre actual.
Y no cabe duda que desde el primer minuto nos hemos puesto a trabajar para contribuir a desahogar las maltrechas economías familiares que luchan por resistir mes a mes. El Estado ha puesto de su parte destinando los archiconocidos 1.144 millones de euros a paliar los efectos devastadores de la crisis en los sectores más castigados, que en el caso de las Islas están ligados con el turismo, la hostelería y el comercio. Es una ayuda directa que se tramita con la máxima urgencia gracias a la colaboración de las Cámaras de Comercio, pues es tal el volumen de peticiones que resultaría una tarea hercúlea para nuestra anquilosada Administración.
Los Cabildos hacen también su tarea destinando recursos propios a reparar los daños de las pymes y autónomos, cuya actividad contribuye en gran medida a reforzar el tejido productivo y la riqueza de las Islas. En el caso de La Gomera, hemos inyectado 3 millones de euros en una nueva línea de ayuda, cuyas bases aprobamos este pasado viernes en sesión plenaria. La cooperación con los ayuntamientos ha sido esencial para alcanzar a todas aquellas empresas que se encuentran más debilitadas, llegando a más de 800 iniciativas empresariales emplazadas en la Isla.
Precisamente, esta semana concluimos una ronda de encuentros que nos ha llevado a recorrer todos los municipios de La Gomera para explicar a los empresarios las ayudas que disponen y cómo conseguirlas lo antes posible para evitar adelgazar sus plantillas o incluso, un temido cierre. La simplificación de los trámites y los requisitos es crucial para que esta ayuda se materialice a tiempo y en ello hemos centrado nuestros esfuerzos. De poco sirve tener el remedio si no logra su efecto sanador en su momento.
Las administraciones tenemos el deber de estar al lado de la ciudadanía, y en especial de los más vulnerables a los estragos de las crisis. En La Gomera lo hemos hecho y no les quepa duda de que lo seguiremos haciendo. Prueba de ello son estas ayudas que se suman a las del sector primario, las sanitarias, educativas o las relacionadas con la autosuficiencia energética en nuestro objetivo de convertir a la isla en un lugar 100% sostenible.