El Silbo es una forma de comunicación ancestral que se practica en La Gomera, una isla del Archipiélago canario de alrededor de 22.000 habitantes. Ciertamente se trata de una habilidad lingüística muy antigua que sustituye y comprime la lengua castellana en menos vocales. En la actualidad no hay duda de su valor lingüístico por lo que el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias implementó una ley educativa para que el Silbo de La Gomera se mantenga vivo en la población y las nuevas generaciones lo aprendan y recuperen desde las escuelas.
El Silbo fue declarado ‘Patrimonio Inmaterial de la Humanidad’ por la Unesco, dado que es una verdadera riqueza cultural que aún hoy se practica entre barrancos pero el visitante puede conocer de primera mano en las demostraciones que se celebran en fiestas patronales, eventos culturales y también religiosos. Caminar por los senderos de La Gomera el Silbo forma parte de esos recorridos cuando de manera eventual se puede escuchar en su uso a través de colinas y de barrancos. Ene estos momentos puede llegarse a mezclar el uso del silbo como medio de comunicación a la vez que se accede a las nuevas tecnologías de la información.
Por ejemplo, los mismos habitantes de la Isla usan sus móviles como medio de entretenimiento como cualquier otra persona para conectarse con otras personas del otro lado del mundo si así lo desean o para jugar online, para hacer apuestas deportivas México, chatear con otros, pero nunca para reemplazar la comunicación del silbo que existe entre su comunidad. Hay todavía una fuerza que hace que este lenguaje siga vigente y latente. Una habilidad absolutamente maravillosa que persiste pese a los siglos.
Orígenes del Silbo
El Silbo es un lenguaje silbado que existía en la Gomera mucho antes de la llegada de los españoles. Algunos historiadores señalan también que pudo existir en otras partes del Archipiélago, aunque no está muy claro si se originó allí de forma natural o si fue trasladado por parte de los propios gomeros al resto de Canarias.
Si está demostrado que los aborígenes utilizaban el Silbo por cuestiones prácticas. La gran distancia producida por lo abrupto del terreno dificultaba la comunicación con otras partes de la Isla. A su vez, el efecto del fuerte sonido retumbada entre las rocas y barrancos, generando un eco hasta hacerlo llegar incluso a varios kilómetros de distancia. De tal manera, que dos personas en cada extremo ubicadas en la cima de la montaña se podían comunicar entre sí.
Los españoles cuando llegaron a la Gomera, rápidamente se dieron cuenta del valor que tenía y se interesaron por esa forma de comunicaicón que poco a poco fue incorporando el nuevo idioma catellano para la transmisión de mensajes.
El lenguaje silbado el silbo en el pasado y en la actualidad
A mediados del siglo XX, con el desarrollo de las infraestructuras de telecomunicaciones, la construcción de carreteras y también la emigración originó un cierto olvido en el Silbo de La Gomera que disminuyó su importancia Cada vez lo hablan menos personas. Muchos de ellos partieron a otras partes de España y de América por razones económicas y el resultado fue una casi desaparición del mismo principalmente a partir de mediados de los años 50 del pasado siglo XX.
Para evitar su completa extinción, en 1999 el Gobierno de Canarias con el apoyo de las instituciones de la Isla y de la comunidad educativa incorporó las clases de silbo en las escuelas primarias y secundarias. De este modo, se convirtió en la única lengua silbada del mundo cuyo aprendizaje es obligatorio. Gracias a ello, a diferencia de otras lenguas silbadas (por ejemplo, en Turquía), el silbo no solo ya no corre peligro de desaparecer, sino que cada vez lo hablan más jóvenes.
¿Cómo es el silbo gomero en la práctica?
El lenguaje silbado de La Gomera es una reproducción del sonido de las palabras (o más bien de las sílabas). Los sonidos individuales son creados por silbidos de diferentes alturas. Los más hábiles son capaces de transmitir cualquier mensaje con él, así como de localizar fácilmente a la persona que silba .
También cabe mencionar que el uso de un lenguaje silbado tiene un efecto positivo en nuestro cerebro. Mientras que en la mayoría de las «lenguas tradicionales» solo interviene el hemisferio izquierdo en su interpretación, cuando se utiliza una lengua silbada también se emplea el hemisferio derecho. Aunque no está del todo confirmado, se especula que este hecho podría utilizarse con éxito en la rehabilitación de personas tras un ictus en el hemisferio izquierdo del cerebro que tienen dificultades para comunicarse en un lenguaje «normal».