El comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) alberga dudas de que la lava que fluye desde el volcán que entró en erupción en La Palma el pasado domingo llegue a desembocar en el mar.
El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha indicado que el modelo matemático con el que trabajan los expertos apunta a que la manga de lava que alcanzó el barrio de Todoque va a seguir avanzando, aunque “lentamente”, debido a que su viscosidad ha ido en aumento y a que hay “determinados hoyos naturales” que está rellenando a su paso.
Y ha añadido que en estos momentos no existe “la seguridad” de que la lava llegue a la costa o, por el contrario, se frene antes.
“Tenemos que esperar. Con el avance actual -de la colada- habrá tiempo de estar atentos a si se produce ese evento”, pero, ha reiterado, “tranquilidad, porque el avance es muy lento”.
Morcuende ha indicado también que en la pasada noche el volcán tuvo “bastante explosividad”, sobre todo en torno a las 23.00 horas, y que los científicos apuntan a que se puede seguir dando este fenómeno.
En cambio, la deformación de la superficie cercana a la zona de erupción no ha variado en las últimas horas y se mantiene en los 28 centímetros, por lo que hay una “mini zona de estabilidad” en estos momentos, pero de la que se ignora “cuánto se va a prolongar”.
En cuanto a una segunda lengua por la que discurre la lava, ha indicado que apenas ha avanzado en las últimas horas.
El director técnico del Pevolca ha señalado por lo demás que, por el momento, no hay riesgo para la salud humana por la emisión de dióxido de azufre, pues el penacho de humo que sale del volcán está “en la parte más alta”, a unos 3.000 metros de altitud.
En cualquier caso, ha insistido en advertir de que nadie se acerque a zonas cercanas a la colada, primero porque está prohibido, y segundo, porque “puede provocar daños en principio intangibles”, sobre todo en ojos y pulmones.
“La mejor forma de ver el volcán es por la televisión”, ha aseverado.