El director técnico del Plan de emergencias volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha querido hacer un llamamiento a la calma ante una posible ruptura en la fajana porque sólo afectaría a una zona evacuada desde el principio de la erupción y la ola que produciría –siempre en caso de llegara a tener lugar el fenómeno– sería de pequeño tamaño y disminuiría rápidamente según avance.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la rueda de prensa posterior al Comité Científico que ofreció junto a la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, con los datos de diferentes estudios realizados.
“La plataforma costera de La Palma es pequeña por ser una isla muy joven e inmediatamente después de la misma hay una profunda pendiente hacia el fondo marino”, expuso el director.
Es en esta plataforma costera donde se han depositado sedimentos a lo largo del tiempo geológico y es sobre esos sedimentos donde está cayendo la colada de lava. “Por lo tanto –apuntó–, la colada se asienta sobre un área que no tiene estabilidad –en referencia a la pequeña plataforma–“.
“Puede moverse en cualquier momento. En contra tiene el movimiento marino, que sujeta la fajana. Sin embargo, el centro de presión del volcán está empujando hacia el mar y lo que puede ocurrir es que en un momento dado la presión del peso de lava supere al esfuerzo que hace el mar por retenerlo”, explicó.
Lo que tendría lugar en ese momento en el punto en el que se inicia la pendiente –al final de la plataforma costera– sería una ruptura, que vendría acompañada de pequeñas explosiones al liberar más vapor de agua, probablemente también liberación de algunos gases contenidos en la fajana y una ola en ese punto concreto.
Morcuende hizo especial hincapié en que esta ola tendría una dimensiones de cinco metros exclusivamente en el punto de ruptura y en un radio de 100/150 metros. “Hay que dejar muy claro que la intensidad de la ola –continuó–, de la onda, es inversamente proporcional a la distancia. Es decir, conforme aumenta la distancia disminuye muy rápidamente“.
Con todo, la previsión del modelo que se está estudiando es que si este fenómeno ocurre habrá olas de menos de dos metros a media milla y de medio metro a milla y media de distancia.
“Quiero volver a llamar a la tranquilidad porque si hay algún problema pequeño será ‘in situ’ en un el lugar de ruptura y se producirá en territorio ya evacuado y excluido desde el inicio de la erupción. Habrá un fenómeno pintoresco en la zona y poco más”, aseveró.