La colada que ha obligado a evacuar hoy a unas 800 personas en Los Llanos de Aridane avanza lenta pero inexorablemente amenazando elementos urbanos, y los técnicos de la emergencia volcánica esperan supervisar un mapa de peligrosidad respecto al rumbo que podría tomar la lava.
El mapa ha sido encargado por el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien también ha especificado que la cifra de personas evacuadas de Los Llanos de Aridane puede variar porque muchos vecinos habían abandonado la zona previamente, hace días, retirando enseres de sus viviendas en previsión de que pudiera ocurrir algo.
Además la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha indicado que en las últimas horas ha aumentado la señal de tremor volcánico, lo que en principio señala que hay un mayor contenido de gas en el magma que está saliendo del centro eruptivo.
La altura de la columna de cenizas y gases alcanza hoy los 3.500 metros y aunque las brisas son favorables a la calidad del aire, mañana llevarán las cenizas al oeste y este de La Palma, y fundamentalmente al sur, y no se descarta que caiga ceniza fina en el sur de Tenerife.
Es probable que afecte a las operaciones en el aeropuerto de La Palma, y podría hacerlo en el de Tenerife sur, aunque no se esperan cambios en este aspecto hasta el jueves, ha añadido María José Blanco.
El volcán ha emitido 21.868 toneladas diarias de dióxido de azufre y 1.848 de dióxido de carbono, y ayer se registró un pico de gran intensidad al superarse los 350 microgramos por metro cúbico de partículas, concretamente se registraron 830, en un episodio puntual que remitió.
Blanco ha añadido que el campo lávico de la playa de los Guirres y El Charcón parece no tener actividad, vídeos submarinos también han corroborado la ausencia de actividad en el delta lávico.
Miguel Ángel Morcuende ha recordado asimismo que la sismicidad continúa siendo elevada, pero sigue concentrada a media profundidad -de 10 a 15 kilómetros- y a superior -más de 20 kilómetros-, lo que indica que no hay probabilidad en principio de que surja un nuevo centro emisor.
Ha explicado que como consecuencia de la ruptura del cono del volcán el pasado sábado ahora mismo hay una colada primigenia, que ha perdido «totalmente fuelle y no tiene aporte lávico», y que discurre por el norte de la montaña de Todoque con tres ramales, el que ha creado el delta lávico, el de El Charcón y el que se ha situado a unos 200 metros de la costa en el Cantil.
Luego hay otra colada que baja «con enorme potencia», que lleva la mayor parte del flujo lávico y que discurre paralela a la anterior.
Esa colada, que se está vigilando y monitorizando, está produciendo daños importantes al atravesar zonas de cultivos y residenciales con edificaciones que «se está llevando por delante» pero que, sin embargo, no preocupa en cuanto discurre por zonas ya evacuadas.
Y luego está una tercera colada, de menor potencia que la anterior, que es la que discurre más al noroeste y ha cruzado de manera diagonal el polígono industrial del Callejón de la Gata en Los Llanos de Aridane, ha precisado Morcuende, quien ha indicado que está «transponiendo a una cabecera de una nueva cuenca y amenaza elementos urbanos».
«Esta es la que nos preocupa porque se mueve a zonas que no estaban evacuadas» y por ello la orden de desalojar dictada hoy, aunque la lava tardará tiempo en llegar a estas áreas porque se mueve a entre 10 y 15 metros por hora.
Las personas con movilidad reducida que han sido evacuadas han sido trasladadas al acuartelamiento de El Fuerte, y el resto serán alojadas en el hotel de Fuencaliente, en el que hasta hoy había 237 desalojados.
La lava ha atravesado diagonalmente el polígono industrial, en el que ahora sólo queda una pequeña nave «pero totalmente vencida», ha declarado Morcuende, quien ha recordado que hoy se puso fin al confinamiento de unos 3.000 vecinos después de que ayer la colada entrase en contacto con una fábrica de cementos.
Hoy la medición de la calidad del aire ha dado por resuelto el problema generado por la emisión de gases y el director técnico del Pevolca ha remarcado que en el Callejón de la Gata ya no queda nada por quemar que sea tóxico o contaminante.
Ha añadido además que uno de los problemas de esta emergencia es que la morfología del cono volcánico «es cambiante todos los días, muta continuamente su fisonomía y estructura porque es un edificio inestable».
Hasta ahora la erupción ha arrasado 169,44 hectáreas agrícolas, de las que 90,25 corresponden a plataneras, 9,43 a aguacates, 48,37 a viñedos y 21,39 a otros cultivos.