El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha detectado este domingo casi 50 seísmos en La Palma, entre ellos, dos durante la tarde de magnitud 4,5 y 4,6 y a una profundidad de 38 y 37 kilómetros, ambos localizados en la Villa de Mazo. Ambos movimientos se registraron practicamente seguidos, sobre las 17:00 horas, con ocho segundos de diferencia.
Según recoge el periódico Canarias7, una hora después, se volvió a sentir otro sismo, esta vez en Fuencaliente, con una magnitud de 3,6 e intensidad IV. En este caso, se localizó a una profundidad de 13 kilómetros.
Además, durante la mañana el IGN detecto tres seísmos sentidos. De ellos, dos de 3,4 y 3,3 se produjeron en Fuencaliente y el otro, de 3,2, en Mazo. Todos ellos tuvieron lugar en horas de madrugada y profundidades de entre 13 y 14 kilómetros, según recoge el Instituto Geográfico Nacional en su página web.
A pesar de estos datos, la sismicidad del volcán de La Palma es «baja». Tal como explicó en rueda de prensa el director técnico de Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, «ahora mismo en zonas profundas tiene valores bajos y la intermedia está disminuyendo». Además, como buena noticia, las coladas no están afectando a nuevos terrenos sino que discurren por encima de las ya existentes. Eso sí, las partículas en suspensión siguen siendo un quebradero de cabeza para los habitantes de Los Llanos de Aridane, donde ya la calidad del aire es «extremadamente desfavorable», por lo que Morcuende recomendó utilizar no solo mascarillas FFP2 sino gafas protectoras si se sale a la calle.
Morcuende reconoció que ayer hubo un «importante aporte de cenizas» por la erupción y «en general fue un día bastante duro», aunque mejoro a partir de las 18.30 horas, no solo porque el volcán emitió menos ceniza sino porque se intensificó el alisio y eso hizo un poco de limpieza». Sin embargo el problema continúa porque «tenemos muchísima ceniza en el suelo» y el tránsito de personas y vehículo la vuelve a poner en suspensión.
Sobre la evolución de las coladas, Morcuende explicó que aunque en estos momentos las condiciones son favorables «dependemos de la apertura del como y hacia dónde evacua la lava. Mientras estemos en la situación actual es favorable para nuestro objetivo: que no haya víctimas personales y que no se destruyan más propiedades o terrenos». Carmen López, del Centro Geofísico en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y miembro del comité científico que asesora al Pevolca, explicó que «con tasas pequeñas de emisión» de lava entre las coladas se da un «proceso de asimilación de las nuevas con antiguas» porque estas «tienen capacidad de hospedar a las nuevas».
El penacho de cenizas llegó a tener una columna de 2.700 metros, pero por las condiciones meterológicas en las próximas 48 horas no se prevén problemas de operatividad en los aeropuertos.
Sobre las hectáreas afectadas Morcuende dijo que no había cambios con respecto al día anterior, «983,44 hectáreas destruidas hasta ahora», y la distancia entre coladas se mantiene en los 3,1 kilómetros. Las cifras son prácticamente coincidentes con las que aporta el IGM, que sí añade que el área del delta lávico tiene 30,91 hectáreas.
Sobre las personas albergadas, Morcuende recordó que eran 467, dos más que el sábado, 400 de ellas se encuentran en Fuencaliente y 67 en los Llanos de Aridane.
Además, se continúa con los arreglos en la carretera de «subida» de Puerto Naos, en previsión de que la lava pueda afectar a la de bajada y este lunes va a comenzar la recogida y transporte de cenizas hacia San Nicolás y el sur de la isla.
la señal del tremor se ha intensificado. «Ahora mismo en zonas profundas tiene valores bajos y la intermedia está disminuyendo». Además, como buena noticia, las coladas no están afectando a nuevos terrenos sino que discurren por encima de las ya existentes explicó hoy en rueda de prensa el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende. Eso sí, las partículas en suspensión siguen siendo un quebradero de cabeza para los habitantes de Los Llanos de Aridane, donde ya la calidad del aire es «extremadamente desfavorable», por lo que Morcuende recomendó utilizar no solo mascarillas FFP2 sino gafas protectoras si se sale a la calle.
Morcuende reconoció que ayer hubo un «importante aporte de cenizas» por la erupción y «en general fue un día bastante duro», aunque mejoro a partir de las 18.30 horas, no solo porque el volcán emitió menos ceniza sino porque se intensificó el alisio y eso hizo un poco de limpieza». Sin embargo el problema continúa porque «tenemos muchísima ceniza en el suelo» y el tránsito de personas y vehículo la vuelve a poner en suspensión.
Sobre la evolución de las coladas, Morcuende explicó que aunque en estos momentos las condiciones son favorables «dependemos de la apertura del como y hacia dónde evacua la lava. Mientras estemos en la situación actual es favorable para nuestro objetivo: que no haya víctimas personales y que no se destruyan más propiedades o terrenos». Carmen López, del Centro Geofísico en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y miembro del comité científico que asesora al Pevolca, explicó que «con tasas pequeñas de emisión» de lava entre las coladas se da un «proceso de asimilación de las nuevas con antiguas» porque estas «tienen capacidad de hospedar a las nuevas».