Después de un año del desplome costero en la pista de Argaga no se ha dado ninguna solución de las planteadas por parte de los responsables políticos y las vecinas y vecinos han tenido que improvisar las formas ante la ausencia de una respuesta política.
“Lo advertimos hace casi un año, lo que no se puede pretender es que enviando cartas sea única actuación que haya hecho el gobierno insular y sus homólogos municipales y poco más que sepamos, así no se puede solucionar el problema” argumenta Alejandro García Vera, militante y concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Vallehermoso.
Desde el comité local de Valle Gran Rey se señala también la nula y nefasta gestión en el en la Playa de Vueltas “ya que como se ha comprobado y venimos diciendo desde hace varios meses, la gente está saltando las vallas y se sigue utilizando como zona de tránsito y paseo por visitantes, pese a las acusaciones vertidas por el primer edil de Valle Gran Rey en la que nos tachó de mentirosos. La realidad se muestra por sí misma y es una clara demostración de su nula capacidad gubernamental del actual gobierno municipal” incide Carlos Hernández, concejal no adscrito y militante de Iniciativa por La Gomera (IxLG).
La situación para ambos comités locales los peligros de derrumbe siguen existiendo y se ha mostrado con creces que las palabras de búsqueda de soluciones que el año pasado proponía Casimiro Curbelo han quedado como siempre en nada.
“Da la sensación que como se castiga a la población residente de Argaga, que en su inmensa mayoría no pueden participar activamente en las elecciones locales para el Cabildo. Los intereses electoralistas y la propia incapacidad de Curbelo y su ASG son una muestra de por qué no se ha dado una solución a esta zona y por qué siguen las personas residentes esperando a una solución que no llega” manifiestan los portavoces.
Cabe recordar que el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Rural de Valle Gran Rey, documento aprobado en junio de 2006, se recogía que “el acceso a la Playa de Argaga deberá ser objeto de estudio, valorando alternativas y estableciendo las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la vía”. “Quince años después y un derrumbe de por medio han mostrado en qué punto se encuentra la situación de Argaga, en un callejón sin salida por la ineficacia y el desinterés del máximo dirigente de la institución insular y, el silencio cómplice de los alcaldes de los municipios de Valle Gran Rey y Vallehermoso” concluyen los portavoces y representantes.