El Cabildo de La Gomera, a través del Consejo Insular de Aguas, avanza en el tercer ciclo del Plan Hidrológico y en el segundo ciclo del Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones. Ambos han sido expuestos a los ayuntamientos y comunidades de regantes con el objetivo de fortalecer su divulgación y abordar estrategias comunes para la materialización de los programas de actuaciones que fijan los planes.
El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, precisó que ambos documentos identifican los principales problemas de la demarcación hidrográfica de La Gomera, al mismo tiempo que se plantean líneas de actuaciones para abordar retos como el cambio climático, la contaminación que produce el uso de nitratos en las zonas agrícolas, la gestión de los recursos hídricos, el saneamiento y depuración de vertidos, junto a la gestión de las inundaciones.
“Estos planes nos colocan en una posición de ventaja de cara a los retos de futuro sobre la optimización y gestión eficiente de los recursos hídricos de la isla, que cada vez son más escasos. Por este motivo, hemos emprendido medidas dirigidas a la reutilización, reducción de pérdidas en red y dotación de infraestructuras que sean capaces de garantizar la distribución del agua en el territorio insular”, apuntó Curbelo.
Así, adelantó la disposición de recursos para materializar tres proyectos de depuración de aguas residuales para Valle Gran Rey, Playa de Santiago y el casco de Alajeró, que se unen al resto de medidas previstas en materia de infraestructuras de regadío en el norte de la isla, o el trasvase de Acanabre, todas ellas con ficha financiera en los nuevos presupuestos autonómicos. “Son actuaciones de interés que van en la línea de los planteamientos esgrimidos en el Plan Hidrológico, y que se unirán a incentivos para comunidades de regantes y particulares, a partir de fondos Next Generation”, avanzó.
Ejes de actuación
La planificación hidrológica de La Gomera para el próximo sexenio se centra en la lucha contra el cambio climático con iniciativas dirigidas a la mejora de la depuración, el incremento de los recursos para la captación de aguas y proyectos de desalación. Del mismo modo, se reforzarán las medidas para reducción de la contaminación en las zonas agrícolas mediante la revisión de estas áreas y el establecimiento de redes de control.
En cuanto a la gestión de recursos, los esfuerzos se mantendrán en la optimización del control en las redes y depósitos, y la adecuación de conducciones de vertido, mientras que en materia de gestión de inundaciones se reforzarán las estrategias de autoprotección.