Los vecinos de Argaga (Vallehermoso) estudian recurrir los presupuestos del Cabildo de La Gomera después de que el pleno de la corporación insular del pasado 21 de diciembre rechazara la reclamación que presentaron a finales de noviembre de 2021, frente a la aprobación inicial de estos presupuestos con el objetivo de incluir en ellos una partida para la creación de un embarcadero provisional y el establecimiento de una embarcación que realice el trayecto desde el Puerto de Las Vueltas a la costa de Argaga con plenas garantías de seguridad. Consideran que solo de esta forma se puede contar con una solución provisional al aislamiento causado por el derrumbe del acantilado ocurrido el 14 de noviembre de 2020.
Las personas residentes en Argaga reclaman la declaración de emergencia de este embarcadero provisional mientras se repone la carretera de acceso, única vía de comunicación que tenía este núcleo poblacional hasta el día del derrumbe, que quedó sepultada a raíz del desprendimiento de gran cantidad de material de la ladera que cayó sobre la vía.
La portavoz vecinal, Suzanne Greuner-Yona, expresa de manera contundente el sentimiento de los residentes: “Llevamos más de un año aislados, no aguantamos más”. Desde mediados de noviembre de 2020 no existe comunicación por vía terrestre y el acceso marítimo es imposible en muchas ocasiones debido al estado de la mar, lo que supone que los vecinos se encuentren aislados durante días, y, cuando se puede conectar, es con enormes dificultades, dado que no se cuenta con embarcadero en la costa de Argaga ni con embarcaciones que garanticen un tránsito seguro, sobre todo para las personas de edad avanzada. Las dificultades de comunicación no solo afectan a las personas, sino también a las diversas actividades económicas que se desarrollan en ese núcleo de población, tales como las actividades agrícolas o turísticas, además de dificultar el transporte de mercancías y productos indispensables para la vida ordinaria.
Decisión incomprensible
Greuner califica de “incomprensible y desconcertante para la población de Argaga” la decisión plenaria de rechazar su reclamación a los presupuestos y anuncia que “estamos estudiando con nuestros abogados la posibilidad de recurrir ante los tribunales la denegación de nuestra reclamación, dado que esta inactividad de la Administración es insoportable para nosotros, esta situación no podemos aguantarla mucho tiempo más, es necesario que el Cabildo actúe de manera decidida y urgente”.
La reclamación se basaba en la necesidad de recuperar una partida presupuestaria para el embarcadero provisional y la embarcación, que se había incluido en el presupuesto insular en abril de 2021, por la vía de modificación de crédito. La reclamación afirmaba que “lo cierto es que tal partida no se ejecutó en este año, por lo que consideramos del mayor interés para los vecinos del núcleo de Argaga, que, dado el tiempo transcurrido, se incluya partida similar a la prevista en aquella modificación de crédito”, además de añadir que las obras “deberán realizarse por la vía de emergencia, así como la adquisición de una embarcación con capacidad y en condiciones de máxima seguridad para realizar el trayecto entre este embarcadero provisional y el puerto de Las Vueltas en Valle Gran Rey”.
La portavoz vecinal ha reconocido que las gestiones realizadas por el presidente del Cabildo de La Gomera con el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias han permitido obtener una partida en los presupuestos de la Comunidad Autónoma de 2022 para la construcción de un falso túnel que permitiría reabrir la comunicación por tierra. “Sabemos que es claramente insuficiente la cantidad que destinan los presupuestos de la Comunidad Autónoma a la construcción de esta infraestructura, pero es un inicio que valoramos positivamente, lo que no podemos admitir es que tengamos que esperar varios años para la reapertura de la carretera y que en todo ese periodo no contemos con una salida provisional por mar con un embarcadero y una embarcación segura”.
Por último, la portavoz vecinal recuerda que se han vivido hasta ahora tres situaciones de auténtica urgencia en las que ha peligrado la vida de personas. “De ahí nuestra reclamación de la declaración de emergencia de las obras del embarcadero, habida cuenta que cualquier otra tramitación supondría dilatar esta situación insostenible durante más de dos años, lo que sería inasumible para los vecinos de Argaga, además que, de repetirse situaciones de riesgo para la salud de las personas como la que hemos vivido, se produzca una situación que todos tengamos que lamentar”, concluye Greuner.