“Todo es posible si se hace bien”. Estas fueron las palabras de Joan Laporta en la presentación de Ferran Torres con la camiseta blaugrana. Y no deja de ser una declaración que intenta marcar el ritmo de este mercado de fichajes para el Barcelona, un club con necesidades vitales de un buen mercado invernal para salvar la temporada.
La llegada de Xavi Hernández trajo nuevos aires de optimismo al club y en los aficionados que se están materializando en el campo después de los últimos partidos con buenos desempeños. Ahora el propósito del club es poder cumplir en el mercado invernal de fichajes para poder
volver a figurar en los primeros puestos de las plataformas de apuestas deportivas después de haber dejado las posiciones de favoritos hace ya demasiado tiempo para un club de esta estatura.
Cuando se habla de un mercado de transferencias, se suele poner el énfasis en las llegadas de jugadores y en fichajes estelares que ilusionen a la grada. Pero en el caso del Barcelona, las salidas de jugadores son casi tan importantes, o más, que las llegadas.
Y es que, con la masa salarial actual, el club está con las manos atadas a la hora de inscribir jugadores sin saltarse el fair play financiero interno de LaLiga. El fichaje de Ferran Torres se realizó sin contar con el espacio financiero para inscribirlo, pero con la certeza de que habrá salidas en lo que queda de mes para compensar. Así es como se encontró la cesión de Philippe Coutinho al Aston Villa hasta final de temporada. El jugador con la ficha más alta de la plantilla ya abandona los libros contables que permitirán que el exdelantero del City pueda ser inscrito.
Justamente Ferran Torres parece ser un fichaje ideal para este equipo, y cuadran las informaciones de que fue un pedido expreso por parte de Xavi. Torres es un jugador que se desarrolló como falso nueve el último tiempo junto a Pep Guardiola en el City y también en la selección española junto a Luis Enrique. La filosofía de juego de estos dos equipos es muy similar a la del Barcelona y el valenciano no necesitará mucho tiempo de adaptación al juego posicional del club y a los requerimientos de presión alta y posesión.
El traspaso podría llegar a costarle al Barça 72 millones de euros, además de una ficha salarial que ronda los 10 millones de euros por lo que la previsión es que el club no pueda hacer más compras de este nivel en lo que queda de mercado invernal.
Es por esto por lo que una de las claves va a ser el poder conseguir traspasos por préstamos de jugadores.