La inversión en criptomonedas está creciendo con el paso de los años, convirtiéndose en una de las actividades preferidas entre los inversionistas y aquellas personas que quieren comenzar a generar ingresos a través de la compra y venta de activos virtuales. Sin embargo, este mercado cuenta con diferentes estrategias que debemos conocer antes de comenzar a invertir.
Una de las más populares en la actualidad es el staking, un concepto complejo y de naturaleza digital que permite la generación de retornos minimizando nuestros riesgos. Pero, ¿cómo funciona, qué beneficios podemos obtener al invertir de esta manera y qué alternativas existen?
¿Qué es el staking?
El staking es único del ecosistema «crypto», y hace referencia a la compra de criptomonedas y su posterior bloqueo en nuestra wallet. Esta estrategia puede realizarse solo con aquellas criptomonedas que funcionen mediante protocolos de prueba de participación (PoS) y no de prueba de trabajo (PoW).
Las cadenas de bloque que funcionan con PoS no se minan, como sí ocurre con las que utilizan PoW, sino que validan los bloques de información mediante el consenso en la plataforma. Para generar este consenso, los inversionistas pueden bloquear sus criptomonedas, brindando más apoyo a la Blockchain para llevar a cabo el procesamiento de las transacciones.
Como recompensa, el inversionista recibe «premios» en forma de pago por bloquear sus fondos para favorecer el funcionamiento de la red. Muchos asemejan la estrategia al uso de cuentas de ahorro, permitiendo generar retornos de hasta el 20% (del valor de los activos que poseamos) al año.
¿Por qué es tan popular?
Se trata de una estrategia que está creciendo en popularidad por varios motivos, siendo el primero lo sencillo de la misma: con tan solo bloquear nuestros fondos por un periodo de tiempo determinado, podemos generar recompensas adicionales al incremento del valor de la criptomoneda, siendo posible incluso venderlas por un mayor valor luego de desbloquearlas.
El segundo motivo es que las redes que funcionan mediante PoS son mucho más ecológicas que aquellas que utilizan PoW, debido a que estas últimas requieren de minería para la validación de transacciones y subsecuente generación de criptomonedas. La contaminación es un problema que estaría haciendo que el mercado de las criptomonedas gane cada vez más detractores.
Entre las criptomonedas que funcionan bajo PoS podemos encontrar a Binance Coin, Cardano, Solana, Polkadot, Avalance, y se espera que para este año se una la red de Ethereum.
¿Qué otras estrategias existen?
Algunas de las alternativas más populares al staking son el trading y el arbitraje: la primera hace referencia a la compra y venta directa de activos; la segunda, más compleja, es la compra de activos en una plataforma y su venta en otra, sacando provecho a las variaciones de precios que existen entre distintas cotizaciones.
Otras inversiones, aún más profundas, pueden incluir a los contratos por diferencia como los ofrecidos por bitcoin trader. Estos permiten la generación de ingresos (o pérdidas) mediante las diferencias entre el precio de compra y el precio de venta en un periodo determinado por ambas partes.
Una alternativa similar al Staking es el “hold” (conocido por algunos sectores como HODL), que hace referencia a establecer una posición fija con nuestras criptomonedas, comprando cantidades determinadas según nuestro presupuesto, y manteniéndolas fijas en nuestra wallet a esperas de una revalorización en el mediano y largo plazo.
El staking es una estrategia que no puede llevarse a cabo con cualquier activo digital, sin embargo, a medida que el mercado evoluciona hacia alternativas más sostenibles (y rentables), cada vez más proyectos se suman a la tendencia del PoS, haciendo que el staking sea más accesible para los inversionistas.