Un grupo de personas hace cola para comprar en un supermercado en Kiev EUROPA PRESS

El escenario que todos querían evitar, finalmente se consuma. Rusia ha iniciado los bombardeos sobre Ucrania y la guerra abierta en la frontera este de Europa sacude los mercados con una fuerza aplastante. Las bolsas europeas llegan a hundirse más de un 5% mientras que varias materias primas energéticas se disparan con fuerza: un 6% el petróleo y cerca de un 30% el gas natural.

Como en anteriores ocasiones, la peor parte vuelve a llevársela la Bolsa de Moscú, de donde los inversores internacionales se apresuran a retirar posiciones. El índice MOEX de referencia se deja más de un 40% mientras que el índice RTSI denominado en dólares acelera hasta perder la mitad de su valor. Y eso que su apertura se ha retrasado debido a la orden del Banco de Rusia de prohibir las posiciones cortas sobre sus cotizadas domésticas.

A pesar de que las caídas más profundas de la apertura se suavizan algo en las bolsas europeas, el golpe sigue arrebatando cerca de un 4% a sus principales índices. El paneuropeo EuroStoxx 50 se deja más de un 5%. Un escenario que se repite con mayor o menor crudeza en el CAC 40 francés, el DAX alemán, el Ftse 100 británico, el Ftse MIB italiano. Incluso en el SMI de la Bolsa de Zúrich en la neutral Suiza cede un 3%.

En el caso del Ibex 35, los descensos también rondan la cota del 4%, rumbo a los 8.000 puntos y mínimos del último año. Los analistas señalan que las caídas de los últimos días ya habían descontado en parte la posibilidad de este desenlace, que de momento se ha centrado en la destrucción de elementos de defensa e infraestructuras de Ucrania.

Entre los valores más golpeados dentro del índice español, Banco Santander, que se deja cerca de un 8%. Un porcentaje al que también se aproxima Banco Sabadell. Más de un 6% retroceden BBVA y CaixaBank a pesar de que, como explicó ayer el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ni la banca europea ni la española tienen exposiciones significativas al mercado ruso o ucraniano.

En sentido opuesto, otras cotizadas españolas como Amadeus, Inditex y Fluidra que sí tienen más presencia en Rusia ceden también con fuerza.

Lo mismo ocurre con IAG, que llega a caer más de un 7% ante el impacto que el conflicto tendrá para las aerolíneas. Algo que se extiende para el conjunto de un sector turístico que todavía no había podido reponerse por completo del golpe de la pandemia. Además, varias compañías han suspendido ya sus rutas hacia Ucrania.

Muy pocos valores consiguen amortiguar el golpe de las bombas de Putin, pues los inversores también muestran su miedo a cuáles serán los efectos de las sanciones que la comunidad internacional ya ha anunciado o está preparando.

Una de ellas es Telefónica, que saca pecho escudada en sus resultados anuales, con un beneficio cinco veces superior al de hace un año. Sus acciones ceden menos de un 1%. A contracorriente, solo Indra, que sube un 5% gracias a su implicación en el sector de defensa y un día después de haber caído con fuerza por el próximo refuerzo de posiciones del Estado español en su capital.

MATERIAS PRIMAS

El estallido del conflicto también impacta de lleno contra el mercado de materias primas. La fuerte dependencia energética de Europa Occidental de las exportaciones rusas, que en su mayoría pasan por Ucrania en su camino hacia el oeste, se traduce en fuertes avances para el precio del gas natural y el petróleo.

La clara posibilidad de que los suministros se corten, más el efecto de sanciones como el adiós al proyecto del gasoducto Nord Stream 2, llevan al futuro del gas natural a dispararse con una fuerza pocas veces conocida. El encarecimiento es de hasta un 30% en su referencia europea y más de un 6% en la estadounidense.

Por su parte el petróleo también sube más de un 8% y lleva el precio del Brent a rebasar los 100 dólares por barril. Una cota que supone un precio un 66% más elevado que lo que el Gobierno español había estimado en sus Presupuestos Generales del Estado y, además, máximos de los últimos ocho años.

Hay que remontarse al año en el que Rusia procedió a la invasión y anexión de la región ucraniana de Crimea para ver al Brent cotizando por encima de los 100 ‘billetes verdes’. Y el efecto se extiende también al barril West Texas Intermediate (WTI), el de referencia en EEUU, donde entre subidas del 7% también se alcanza esta cota.

REFUGIO EN EL ORO, MIEDO EN EL TRIGO

También se dispara el oro, activo refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre. La onza del preciado metal se dispara un 3% y se superan los 1.970 dólares, una cota no vista desde agosto de 2020. Entonces, en pleno azote de la pandemia de la Covid-19, los inversores corrieron a por lingotes para refugiar su inversión.

El encarecimiento de esta escasa materia prima es el más vertical desde enero de 2021. Y, además, se repite en otros metales preciosos como la plata, con subidas del 4% que sitúan la onza cerca de los 26 dólares. También repuntan el platino (+3%) y el paladio acaricia los 2.700 dólares entre subidas de casi el 10%.

La tensión se repite en las materias primas agrícolas. El trigo, cuya producción global se concentra en cerca de una tercera parte entre Ucrania y Rusia, suma subidas del 6%. Y este porcentaje se añade a la escalada de precios que ya se venía arrastrando en las últimas semanas.

El temor a la escasez se repite también en el maíz, con subidas de más del 6% en el mercado de futuros CME de Chicago. El repunte se repite, aunque más moderado, en otros productos como la soja o la avena.

CASTIGO AL BITCOIN Y EL RUBLO

Ajeno a esta tendencia, el bitcoin se hunde hasta los 34.400 dólares con retrocesos cercanos a un 10%, en consonancia con otros activos considerados más de riesgo. Incluso a pesar de que Kiev aprobó el uso de criptomonedas entre su población como medida de urgencia. Una posibilidad de la que venían alertando últimamente varias instituciones financieras internacionales.

De este modo, a excepción de los episodios de remontada a contracorriente en pleno confinamiento de Europa, el que se presentó como ‘oro digital’ se desmarca completamente del grupo de los considerados activos refugio. Lo mismo se repite en el ethereum, con caídas de más del 10% que llevan su gráfica hacia la cota de los 2.300 puntos.