La Naviera, netamente canaria, Armas ha contribuido de una manera determinante a favorecer la cohesión territorial, y social de Canarias. Desde el cielo o en tierra, y sin duda, por el mar, es imposible no ver a cualquier hora del día un barco con el anagrama de la Naviera transportando pasajeros y mercancías entre las Islas o desde éstas al exterior.
El recientemente fallecido Antonio Armas Fernández fue el autor intelectual, impulsor y ejecutor del proyecto que ha contribuido de una forma decisiva a que los canarios de todas las Islas estemos más cerca, y con el continente. La visión estratégica y audacia de Antonio Armas le llevaron a convertir la pequeña empresa heredada de su padre en una de las compañías navieras más importantes de Europa, de ahí que la concluyente aportación que ha hecho la empresa liderada por Antonio Armas a la unidad del Archipiélago y al desarrollo de económico de las Islas fueran reconocidas con la Medalla de Oro de Canarias, entrega por por el presidente, Ángel Victor Torres, el día de nuestra nacionalidad, el pasado 30 de mayo.
La experiencia acumulada y su enorme conocimiento de la movilidad a través del mar en los países nórdicos, así como su visión estratégica, impulsaron a Antonio Armas a tejer toda una red de líneas marítimas que ayudaban a acercar a los canarios de las distintas Islas. Ayudó de forma sobresaliente al progreso de Canarias, a hacer más Canarias.
Al propio tiempo, la red tejida entre las islas con los barcos de Armas ha sido clave para favorecer un desarrollo archipielágico de empresas que antes estaban condenadas a limitar su crecimiento al ámbito estrictamente insular. Es imposible saber si el proyecto que desarrolló Antonio Armas utilizando el mar que nos separa como instrumento para unirnos con sus barcos reforzó su sentimiento de canariedad o fue éste el que le llevó a embarcarse en el mismo.
Antonio, tan querido como respetado por absolutamente todos los que lo conocieron o supieron de él, respiraba canariedad por todos sus poros. Se sentía profundamente canario, comprometido con su tierra y sus gentes.
La dimensión empresarial de lo que significa la figura de Antonio Armas hay que medirla por la cantidad de barcos de su empresa, por el número de pasajeros, coches y metros lineales de carga que transporta, por los miles de empleos creados o por su contribución a la cohesión de Canarias, nunca por el número de apariciones en el escaparate social. Simplemente, no le gustaba. Visionario, rápido en el análisis, sencillo y próximo. Sus trabajadores lorespetaban y los que trataban con él lo adoraban.
Antonio Armas huía del exhibicionismo social, pero estaba muy comprometido socialmente. Equipos deportivos, grupos folclóricos, grupos de tercera edad, colegios, asociaciones ambientalistas o protectoras de animales encontraron siempre en él a un comprometido colaborador. Valga como ejemplo, uno entre tantísimos, que recientemente impulsó un proyecto con el Colegio de Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife por el que alrededor de tres mil niños de los municipios afectados por el volcán de La Palma desarrollan un programa especial, hasta finales de curso.
Canarias ha perdido a un empresario con mayúsculas. La figura de Antonio Armas es imprescindible para conocer y entender la mejora del bienestar de las Islas en los últimos cuarenta años. Estos días hemos dicho adios a uno de los principales impulsores de la Canarias del siglo XXI.