POR CARLOS JESÚS PÉREZ SIMANCAS.- El gomero es un ser particular, es como el de Bilbao, nace donde quiere. Sólo se requiere querer ser hijo del Garajonay y de alguna de nuestras playas. Pero sobretodo hay cumplir con dos requisitos mínimos ( hay más, pero para qué estar enrollando la burocracia). Punto 1. Sólo basta con tener unas gotas de sangre gomera que te recorra las venas. Punto 2. Y esto es muy importante, que se te erice los pelos de la nuca cuando se escucha «La Gomera es».
«La Gomera es», es el himno oficioso de la isla de La Gomera. Con esta canción cualquier gomero de bien saca pecho en cualquier jolgorio, tenderete, boda, bautizo o verbena que se precie. La cantas a pleno pulmón, electrizado y en comunión con cuantos paisanos te tropieces cuando suena la canción. Oyes los primeros compases y si estás en tierra pagana, o sea fuera de La Gomera, buscas con la mirada a alguien con quien abrazarte y gritar con el corazón en la garganta, aquello de:
«Hoy quiero cantarle a la Gomera
A esta bella tierra que me ha dado todo
Y orgulloso digo que es en donde yo nací».
Está canción fue compuesta y popularizada por uno de nuestros más grandes orgullos, La orquesta Wamampy. Un viaje a Venezuela de uno de sus miembros trajo una palabra que significa bandera (Wamampy) y la ilusión de unos muchachos del Barranco de Santiago hicieron el resto. Aquellos muchachos, bajo su música y su bandera han deleitado las noches de verbenas de toda Canarias. Han llevado el sentir gomero por los bailes a cada rincón del archipiélago. Ellos fueron y son nuestros mejores embajadores. Fuera de La Gomera, un baile de la Wamampy es un oasis donde «gomerear» y sentirte bien entre iguales.
Pero hoy la bandera ondea a media asta. Hoy nos hemos despertado con el sabor amargo de la muerte de Cándido Duque, fundador y miembro de la Wamampy. Candi era un hombre bueno, alegre, bonachón y más madrista que Bernabeu. Hace unas semanas le escribí y estuve charlando con él sobre las noches de fútbol en la Tasca de Pastrana. Nunca pensé que sería una conversación de despedida. A partir de ahora cuando suene «La Gomera es», todo gomero de bien, debe cerrar los ojos y dar un pequeño homenaje al bajista de La Wamampy. A un hombre bueno que siempre te recibía con una sonrisa, un gesto cariñoso y te hacia sentir querido.
Gente como Candido Duque, hacen grande La Gomera y sin duda, hacen de la isla un lugar mejor.
Descanse en Paz, Cándido Duque.