La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias recuerda la necesidad de tomar medidas para prevenir los posibles efectos adversos del calor sobre la salud ante el incremento de temperaturas y la presencia de calima en las islas. Ante las previsiones de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) de incremento de temperaturas en algunos municipios de Canarias, es conveniente tomar medidas de protección, especialmente en los colectivos más vulnerables: personas mayores, niños, pacientes crónicos, polimedicados o con obesidad.
Una de las medidas fundamentales es beber más agua, independientemente del tipo de actividad que se esté llevando a cabo, y no esperar a estar sediento. En mayores y enfermos crónicos debe hacerse al menos cada hora para evitar la deshidratación, salvo contraindicación médica.
En estos días, se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas o muy azucaradas. Además, hay que evitar comidas copiosas y no consumir alimentos que pueden contaminarse fácilmente (ensaladillas, mayonesas, etc) y optar por una alimentación rica en frutas y verduras frescas a base de ensaladas, gazpachos, etc, con la precaución de lavarlas bien antes del consumo para evitar toxinfecciones alimentarias.
Para los grupos más vulnerables, los días de mucho calor es mejor quedarse en casa en lugares frescos. En caso de tener que realizar gestiones en la calle, mejor hacerlas a primera hora de la mañana o a última hora del día, siempre fuera de los horarios en que los rayos solares llegan más verticalmente (de 12 a 16 horas).
Si se quiere tomar el sol, debe hacerse de forma progresiva y con precaución (empezar con sesiones de 15 a 20 minutos y e ir aumentando sin superar nunca exposiciones de dos horas seguidas), refrescándonos de forma más frecuente (ducha, baño) y utilizando siempre cremas solares con un factor de protección adaptado a cada tipo de piel. Los menores de tres años no deben tomar el sol.
Es importante reducir la actividad física en las horas de más calor. Si se realizan deportes al aire libre deberían llevarse a cabo en horas tempranas o al final del día. Si es imprescindible salir de casa hay que usar fotoprotección solar cutánea y labial, sombrero, gafas de sol homologadas y usar ropa de colores claros, cómoda y holgada que transpire, preferentemente de fibras naturales.
El incremento de las temperaturas nocturnas puede perturbar el descanso alterando el sueño. Para evitarlo es importante la correcta ventilación del dormitorio, usando ventiladores, aire acondicionado, o dejando puertas y ventanas abiertas generando algo de corriente para impedir el ‘efecto sauna’.
Si a pesar de estas medidas preventivas se dieran síntomas como mareos, debilidad, calambres, fatiga, náuseas, desmayo, que sugieran golpe de calor, se recomienda refrescarse con una esponja o toallas húmedas, tomar un baño si no se tiene mareos, beber líquidos frescos no alcohólicos y, si los síntomas no remiten, solicitar ayuda al médico lo antes posible o a través del 112.