El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Agrupación Socialista Gomera (ASG), Jesús Ramos, ha denunciado este miércoles en sede parlamentaria “la sangría constante al poder adquisitivo de las familias canarias y la pérdida de competitividad de nuestros sectores económicos debido al excesivo coste de los combustibles y la energía en las Islas, como consecuencia de la guerra de Ucrania, una situación que se incrementa en las islas no capitalinas”.
“Más de 75 días de guerra han provocado numerosas bajas en la población civil, más de 5 millones de desplazados y la destrucción indiscriminada de las ciudades ucranianas. Esta guerra está teniendo efectos adversos en todo el mundo, incluso ha obligado a nuestro país a acometer un plan especial para luchar contra las secuelas que está produciendo”, afirmó. “En el caso de Canarias, las principales consecuencias son el agravamiento de la situación de inflación que vivimos desde el año pasado, sobre todo, por la subida del coste del crudo y el gas, lo que ha subido la factura energética de los hogares y empresas de forma alarmante, lo que ha generado un problema grave ya que ha encarecido el coste de los transportes y la cesta de la compra, aspecto que se aprecia más en las islas no capitalinas”, añadió.
El diputado por la isla de La Gomera alertó de que “la situación de pérdida de economía familiar está restringiendo el consumo y el alto coste de los transportes para pasajeros puede complicar mucho la recuperación de la actividad turística que es motor de nuestra economía, ya que esta situación inflacionista se reproduce en todos los países en mayor y menor medida y eso incluye a los países emisores de visitantes”.
“Tenemos visos de esperanza porque en mitad de esta crisis hemos tenido unos magníficos datos en Semana Santa y las previsiones para el verano son halagüeñas y, además, se han tomado muchas medidas desde el Estado que refuerzan el escudo social que caracteriza las políticas sociales”, explicó. No obstante, se mostró preocupado por los efectos de algunas de las medidas puestas en marcha pàra paliar la crisis por la guerra, y destacó que “el precio del combustible ya está muy por encima del coste que marcaban las estaciones de servicio cuando empezaron a bonificar los 20 céntimos por litro por parte del Estado, habiendo absorbido esta bonificación y llegando nuevamente a máximos históricos”.
“Esta medida está suponiendo un alivio para los bolsillos de los canarios, lo que es de agradecer, pero lo cierto es que la inflación no cesa y que es probable que debamos mantenerla por encima del límite temporal fijado por el Estado, y esperemos que cuando se termine de aprobar poner un tope máximo al gas se resuelva el tema de la generación energética, y rebajar los costes energéticos en Canarias, pues no compartimos la situación peninsular”, argumentó.
“Pero mientras tanto, esto supone una sangría constante al poder adquisitivo de las familias canarias y una pérdida de competitividad de nuestros sectores económicos, porque el excesivo coste de los combustibles y la energía en Canarias hace un efecto muy perjudicial al incrementar el coste de los transportes de viajeros y mercancías”, denunció. “Con unos efectos nefastos para las islas no capitalinas donde ya de por si tenemos un sobrecoste adicional en el precio de los carburantes por unas técnicas monopolísticas a las que no terminamos de ponerle coto, ni conseguimos activar medidas que aseguren el tener unos precios de venta razonables”, dijo.
Más medidas
Por ello, Ramos solicitó, de nuevo, al Gobierno de Canarias que active soluciones normativas “que ayuden a resolver este problema de una vez por todas, porque ni siquiera el expediente de sanciones tramitadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia se ha resuelto, ni tampoco hay una solución normativa que dé cobertura a pescadores y ganaderos”.
“Si queremos ayudar a los sectores económicos afectados y a las familias más vulnerables necesitaremos recursos públicos, por lo que quienes piden bajadas generalizadas de impuestos y aumentos de las ayudas no están siendo coherentes, ya que una cosa es usar la fiscalidad de forma inteligente y específica y otra es resentir los servicios públicos esenciales en mitad de una crisis”, defendió.