El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, ha admitido este lunes que las nuevas variantes de la COVID-19 tienen “mucha contagiosidad”, pero que, por ahora, descarta tomar medidas adicionales de control más allá de recomendar el uso de las mascarilla en espacios cerrados y con poca ventilación y reforzar la vacunación dado que hay “muchas personas” sin la tercera pauta y hay retraso en la vacunación infantil.
En declaraciones con motivo de la visita al nuevo edificio polivalente del Hospital de La Candelaria, en Tenerife, ha indicado que la situación epidemiológica es “muy distinta” a la de olas anteriores porque, aunque la capacidad de transmisión del virus es “más alta”, eso no se traduce en un gran incremento de la presión hospitalaria (aunque en la última semana ya ha subido un 20%).
No obstante, ha reconocido que el alto número de casos obliga a todo el sistema sanitario, tanto la Atención Primaria como la hospitalaria, a hacer un “esfuerzo añadido” sin que hasta ahora haya ninguna situación que afecte de forma “grave” a la ocupación de camas.
Por ahora solo la isla de Gran Canaria presenta algo de presión en las camas hospitalarias, no así en las UCI, por lo que es la única isla en nivel 2 de alerta sanitaria.