El Consejo Consultivo del MaB ha ratificado la condición de La Gomera como Reserva de la Biosfera tras superar la evaluación habitual que se realiza a estos territorios, y que indica que se cumple con el marco estatutario. Así lo comunicó el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, al inicio de su intervención en el acto institucional celebrado en el Salón de Plenos, para conmemorar el décimo aniversario de la declaración por parte de la UNESCO.
“Hoy los gomeros nos hemos convertido en guardianes de una isla que queremos conservar intacta en toda su esplendorosa belleza. Queremos progreso, queremos desarrollo y queremos riqueza para nuestros ciudadanos. Pero estamos convencidos de que esos objetivos se pueden conseguir sin alterar la naturaleza y el medio ambiente terrestre y marino que tenemos la inmensa suerte de disfrutar”, subrayó en el salón de sesiones.
Además, Curbelo enunció las principales líneas de trabajo que se han promovido durante la década para mejorar la calidad de vida de los habitantes, la diversificación del tejido empresarial, el incremento de la calidad ambiental y paisajística, la conservación y el uso del patrimonio natural y cultural, impulsando la sostenibilidad turística. “Y todo ello desde los estrictos principios de reducir hasta el objetivo “cero” la huella de carbono”, indicó, antes de insistir en los avances logrados y advertir que “queda camino por recorrer en ese objetivo de isla verde y cien por cien sostenible al que aspiramos”.
Insistió en las estrategias de futuro y en la cooperación de las administraciones para seguir abordando la transformación socioeconómica insular, “porque sabemos a dónde queremos llegar y sabemos cómo llegar. Y vamos dando pasos, uno tras otro, en ese objetivo del que nada ni nadie nos va a desviar”, concluyó.
Por su parte, el viceconsejero regional de Transición Ecológica, Miguel Ángel Pérez, quiso felicitar a los gomeros y gomeras por este aniversario tan especial para la isla, “más aún teniendo en cuenta que esta figura es un reconocimiento a los valores naturales de un entorno y al respeto de la interacción humana con estos ecosistemas tan valiosos y a la vez tan frágiles”. “El objetivo de todas las administraciones aquí representadas es velar por que estos lugares protegidos tengan un futuro esperanzador, accesible y, a su vez, sostenible”, añadió.
Durante estos días el Comité Científico Español del programa MaB ha visitado la isla con un recorrido por las principales localizaciones naturales y paisajísticas, que según explicó su presidenta, Marisa Tejedor, muestran “la gran biodiversidad que posee”. Así precisó que las reservas de la biosfera reconocen “la armonía entre la población y el medio natural, algo que en La Gomera existe y que se evidencia en la lucha que el hombre ha tenido con un medio abrupto que ha sabido sortear con los aterrazamientos y el silbo”.
Diez años de camino sostenible
El acto comenzó con la proyección de un documental sobre la evolución de La Gomera durante la década que lleva siendo Reserva de la Biosfera. Durante su emisión se constató el cumplimiento de las líneas marcadas en su Plan Estratégico, así como el conjunto de medidas promovidas desde las administraciones públicas implicadas para mejorar la calidad de vida de los habitantes; el fortalecimiento del tejido empresarial; preservar la calidad ambiental y paisajística, unido a la conservación del patrimonio; la sostenibilidad turístico y la recuperación del sector primario.
El patrimonio natural de La Gomera engloba un total de 4.182 especies animales y vegetales exclusivas, 1.063 de ellas endémicas y 268 exclusivas de la isla. Muchas de ellas se encuentran en uno de los entornos más característicos y valiosos del territorio, el Parque Nacional de Garajonay, uno de los mayores exponentes de la laurisilva canaria. La presencia de especies endémicas tan preciadas como el Lagarto Gigante de La Gomera, o la exclusividad del medio marino, hacen de la isla un paraje natural óptimo para la práctica de deportes en contacto con la naturaleza.
Los paisajes son otro de los valores añadidos de La Gomera, adaptados a las necesidades y la vida de una isla que posee un territorio escarpado y abrupto, pero que ha permitido la convivencia entre la acción humana y la naturaleza. El desarrollo de elementos para el cultivo, como los bancales o los palmerales; para la comunicación, como el Silbo Gomero, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco; o culturales, como el baile del tambor, convierten a la isla en un punto de referencia a nivel cultural y paisajístico en el que las tradiciones se conservan intactas con el paso del tiempo.