Guillermo Morales Matos, catedrático de Geografía Humana en la Universidad Carlos III, ha asegurado este lunes que la sobrecarga de población en Canarias es «incontestable» y las proyecciones demográficas le producen «escalofríos», le aterran, por lo que abogó por una contención en el crecimiento y por una ley de residencia siempre que todo el mundo esté de acuerdo, porque de lo contrario «va a salir mal».
El catedrático ha comparecido en la comisión del Parlamento de Canarias que estudia el reto demográfico y ha instado a los diputados a que antes de que terminen esta legislatura tengan listo un diagnóstico, porque «el problema de la población existe» y aunque «todo intento de contención» acarreará críticas, «el desarrollo sostenible es incompatible con el crecimiento».
Insistió en que las regulaciones deben realizarse si todos están de acuerdo y sin desincentivar drásticamente la llegada de gente, pero apuntó a que se puede actuar sin ir en contra del turismo, favoreciendo un modelo turístico basado en hoteles, una oferta que se puede regular y controlar, no así los alojamientos extrahoteleros o la vivienda vacacional.
Señaló que «el golpe inmigratorio», del que excluyó a los que llegan desde África en pateras porque es puntual y no estructural, asciende a 400.000 personas en veinte años y en su opinión se ha esperado mucho para reaccionar ante este crecimiento «no planificado».
Frente a este crecimiento debe haber «un modelo a seguir» para no continuar con la «depredación» y «picoteando» el territorio, puesto que «los espacios protegidos no pueden ser preservados durante mucho tiempo si hay mucho acoso humano».
Un crecimiento planificado
Aconsejó que los gestores políticos se conciencien de que el crecimiento debe ser planificado «en la medida de lo posible» para saber a dónde se quiere llegar en los próximos años, ya que el crecimiento desorbitado de la población también puede afectar negativamente al Producto Interior Bruto.
«Mientras se hace una ley de residencia, hay que hacer un diagnóstico técnico y político lo más rápido posible«, para tomar conciencia y planificar, dijo el catedrático, quien fue invitado a la comisión por el grupo Popular.
Subrayó que «la sobrecarga es incontestable» y hace años se ha pasado « el frágil equilibrio entre densidad de población y territorio, sobre todo en Gran Canaria y Tenerife«.
Afirmó que cualquier día de temporada alta puede haber en Canarias tres millones de personas: 2,25 millones de residentes, 600.000 turistas y 30.000 visitantes sin contabilizar en casas particulares.
Y las proyecciones indican que en 2033 los residentes serán 2,5 millones y en 2050 tres millones, con lo cual, si no hay intervención, en un día de invierno o de agosto serían cuatro millones de personas en las islas.
«Son cifras que me dan escalofríos»
«Son cifras que me dan escalofríos, me aterra, debe haber conciencia de todos, esta senda es la equivocada», sostuvo Morales, quien señaló que no habla de prohibir, ni de «nada severo», ni de medidas urgentes, pero sí de diagnosticar y de empezar a trabajar en una ley de residencia y en medidas para desacelerar.
Estas cifras de población crecientes «nos pueden hacer daño» y lo primero que desaparece es el paisaje rural, advirtió, además de que los servicios no pueden evolucionar al mismo ritmo. Advirtió de que Singapur es un lugar único en el mundo que no debe ser un ejemplo para Canarias.