Existe otra manera de gobernar y servir al interés general, que nada tiene que ver con el ruido y la división que alimentan quienes solo se dedican a la crispación. Así ha vuelto a quedar de manifiesto esta semana con la presentación por parte del presidente Pedro Sánchez de un nuevo paquete de medidas con las que contrarrestar los duros efectos sociales y económicos ocasionados por la guerra en Ucrania.
Medidas dirigidas a la mayoría social de nuestro país, y no a unos pocos privilegiados, con efecto proporcional sobre el día a día de la gente y las familias. La nueva batería de acciones impulsada por el Gobierno central incorpora, por ejemplo, fondos y nuevos recursos específicos para la reconstrucción de la isla de La Palma, y ayudas directas tanto para las rentas anuales de hasta 27.000 euros, a las que miles de canarios y canarias podrán acogerse, como para los agricultores, un sector muy sensible en las islas.
A todo ello hay que añadir la gratuidad de la que podrán beneficiarse los usuarios habituales de las guaguas y el tranvía durante el ejercicio 2023, la prórroga del incremento del 15% del Ingreso Mínimo vital y de las pensiones no contributivas, la congelación del precio de la vivienda de alquiler, la suspensión de los desahucios y los corte de suministros esenciales o la revaloración de las pensiones en un 8,5%, efectiva a partir de este 1 de enero.
Asuntos todos ellos de vital trascendencia para la gente de a pie, especialmente para los vulnerables, cuya protección, una vez más, es la prioridad de nuestros gobiernos de progreso, tanto en Moncloa como en Canarias. Las recetas simplistas del Partido Popular, basadas en los recortes, la austeridad y el debilitamiento de los servicios esenciales, no solo han quedado desfasadas sino que podría decirse que son las grandes derrotadas en la gestión global de este periodo de crisis sin precedentes.
Lo está demostrando Europa, tomando al actual Gobierno de España como referencia de muchas de sus decisiones políticas —inversión pública, deuda común, impuestos a las energéticas e intervención en los mercados de la energía–, y lo confirman los grandes indicadores socioeconómicos. España es hoy el país con menor inflación de la eurozona, disfrutamos del mayor crecimiento de entre los grandes países europeos y tenemos niveles de empleo desconocidos desde hace 15 años.
Los datos de Canarias, al cierre de 2022, son igualmente positivos, confirmando la sólida recuperación económica y laboral de las islas. El Producto Interior Bruto (PIB) del Archipiélago ha crecido de forma interanual el 5,8%, al tiempo que la Seguridad Social presenta ahora el mayor número de afiliados de toda la serie histórica, con 872.068 personas.
A pesar de las dificultades, y a pesar del griterío, avanzamos como país y avanzamos como región. Y lo hacemos, además, desde la estabilidad gubernamental, protegiendo a quienes más lo necesitan, doblegando la curva de los precios, con políticas útiles y sensibles con la mayoría trabajadora.
El Gobierno de la gente cumple con sus compromisos.