Tener una piscina en casa es el sueño de cantidad de personas, sobre todo si se dispone del espacio suficiente para ello y con ahorros que permiten hacer esta maravillosa instalación. Con ella es posible darse un baño en cualquier momento del día sin desplazarse, pasar estupendas jornadas de sol en el jardín durante el verano mientras nos refrescamos y jugar con los pequeños de la casa mientras aprenden a nadar en un espacio controlado.
El único problema que presenta a la larga este nuevo capricho del hogar es su mantenimiento: gasto de agua, limpieza, climatización… Aspectos que nos pueden hacer rectificar nuestra decisión.
Sin embargo, ¿sabías que existen unos complementos capaces de hacerte ahorrar dinero, tiempo y esfuerzo en tu piscina? Se llaman mantas térmicas y en este artículo lo sabrás todo sobre ellas.
¿Qué son las mantas térmicas para piscinas?
Las mantas térmicas para piscinas son lonas solares o cubiertas de piscinas que son capaces de aumentar la temperatura del agua, además de mantenerla en todo momento limpia libre de posibles residuos.
La instalación de este producto es realmente sencilla, pues basta con depositar la manta en la superficie del agua totalmente estirada. Lo único importante en este proceso es que la parte de las burbujas o gránulos esté siempre en la parte inferior, la que permanece en contacto con el agua.
Cuando la superficie de la piscina es modesta, basta con una sola persona para colocarla de manera eficiente. Si tiene grandes dimensiones, solo hay que pedir ayuda de un amigo o familiar para extenderla correctamente, ¡y listo!
Así puedes ahorrar agua y energía en las piscinas gracias a las mantas térmicas
Como hemos visto, para emplear estas mantas térmicas de piscinas no es necesario enchufar ningún aparato, colocarlas con una fuente de corriente ni nada similar. De hecho, su aspecto es el de una manta normal a simple vista.
Con solo el gesto de extenderla podrás mantener tu piscina a una buena temperatura, pues son capaces de mantener el calor. También se evita que la suciedad caiga en la piscina porque la está cubriendo, así que cualquier rama o basura caerá sobre la manta protegiendo su contacto con el agua.
Otro de sus efectos es que potencia la acción de los productos que apliques en el agua, por lo que invertirás menos tiempo y dinero en productos químicos o de limpieza. Esta ya es una forma directa de ahorro.
Gracias a estas cualidades, el agua va a durar más tiempo en buenas condiciones y podrás ahorrar en este recurso. También podrás olvidar el gasto eléctrico que supone la climatización de la piscina o el uso de sistemas de limpieza constantes.
Además, si se emplean aparatos para calentar la piscina o bombas de calor, es común que el agua vaya perdiendo esta temperatura durante la noche cuando el clima es menos favorable. Al implementar las mantas térmicas para piscinas, la temperatura se mantiene más favorable y el agua sigue caliente por la mañana.
¿Cómo funcionan las mantas térmicas para piscinas?
Para darse cuenta de sus ventajas y prestaciones, es interesante conocer el funcionamiento de estos productos. ¿Cómo pueden mantener el calor sin necesidad de empezar energía eléctrica?
Lo que hacen estos accesorios es aprovechar el propio calor del sol. Durante el día, la superficie de la manta térmica está expuesta a los rayos solares y, en su contacto con el agua, transmiten el calor que reciben de él. Solo con este sencillo gesto, el agua es capaz de aumentar hasta 8 grados su temperatura. La función de las burbujas que se encuentran en la parte inferior es precisamente conservar ese calor generado, algo que obra protagonismo durante la noche cuando el sol no está presente.
Asimismo, esta cobertura sobre la piscina está impidiendo no solo que la suciedad se cuele, también que el agua se evapore y ser pierda. El enfriado de la superficie por evaporación es un fenómeno muy común en todo tipo de agua estancada, de hecho, se emplea a menudo en los sistemas de aire acondicionado para climatizar los ambientes.
Algunos sistemas para el control de la temperatura o de la suciedad necesitan una limitación de horas en su funcionamiento por una cuestión de precaución o de prevención. También para ahorrar recursos o energía. Sin embargo, con las mantas térmicas ocurre todo lo contrario, y es que cuantas más horas estén puestas sobre el agua, más efectivas van a ser y más nos harán ahorrar.
Los tipos de mantas térmicas para piscinas que existen
La principal diferencia entre unas mantas térmicas para piscinas y otras reside en el estilo de las burbujas, un elemento fundamental en estos accesorios. Se pueden dividir en los siguientes tipos:
La manta térmica de burbuja única
Se trata del tipo de cubierta más tradicional. Tiene una burbuja en la parte inferior de su superficie que, al contacto con el agua, permite conservar una buena temperatura y proteger de las erosiones externas. Suele tener una vida útil que se extiende hasta los dos o tres años en buenas condiciones.
La manta térmica de doble burbuja
La manta térmica de doble burbuja es una versión más moderna y eficiente de este producto. Su coste es algo más elevado, pero también su efectividad y sus funciones. A diferencia de la primera opción, esta variante también es capaz de producir calor en el agua y no solo se va a limitar a mantenerlo. Además, es más contundente a la hora de retener el calor durante la noche, que es el momento más crítico. La inversión se va a rentabilizar sin problemas cuando se apuesta por esta modalidad de cubertera, ya que puede extender su vida útil hasta un 25% más de tiempo que la versión clásica.