Cuando estás construyendo algo; una pared, un proyecto o un futuro, al cabo del día, lo que importa es el tiempo que has dedicado a trabajar para hacerlo. Porque si te distraes en asuntos que no tienen nada que ver con lo que estás haciendo, las cosas no avanzan.
Estamos en un periodo claramente electoral donde los intereses de los partidos políticos derivan hacia la distracción. Se nos olvida por un tiempo que la confianza que nos han dado temporalmente los ciudadanos nos fue entregada para que nos ocupemos de resolver sus problemas, que son muchos y cada vez más preocupantes.
Todos los escándalos y muchos de los conflictos políticos que estamos viendo en estos días están influidos por la cercanía de un proceso electoral. Es uno de los momentos más importantes de la democracia, pero en ocasiones suele sacar también lo peor de nuestro sistema de libertades porque los partidos políticos han extremado sus desencuentros y han abandonado la tolerancia y el sentido común. Incluso para atacar conjuntamente algo que nos perjudica a todos por igual.
Siento un enorme respeto por todos los partidos políticos canarios con los que la Agrupación Socialista Gomera competirá en las próximas elecciones. Creo que todos ellos, desde su leal saber y entender, pretenden lo mejor para esta tierra y sus habitantes. Y aunque pienso que en algunos casos se equivocan, porque no comparto sus propuestas o las considero equivocadas, nunca he dudado de la honestidad política de estas fuerzas, donde la gran mayoría de sus cuadros y militantes son personas de comportamiento ejemplar y responsable.
A lo largo de estos años, desde La Gomera y ASG, nos hemos enfrentado a las ideas de otros. A las de quienes defienden una Canarias centralista, ocupada y preocupada solamente por las dos grandes islas, donde se concentra la mayor parte de la población. Nos opusimos a la reforma electoral que le quitaba peso político a las Islas Verdes. Hemos defendido los derechos de unos canarios de segunda, que tienen peores servicios y menores oportunidades. Y hemos trabajado, con éxito, para concienciar en la necesidad de discriminar positivamente en el terreno de las inversiones públicas a favor de los que menos tienen.
Y como no basta con predicar, sino que además hay que dar trigo, hemos demostrado en La Gomera que se puede hacer una transición rápida hacia un modelo de isla sostenible, impulsando los proyectos de generación de energías renovables y preparando los proyectos que nos llevarán a la completa descarbonización de nuestro territorio que, si todo sale como pretendemos, será el primero en conseguir un impacto neutro en el medio ambiente. Hemos impulsado la creación de nuevas plazas sociosanitarias porque tenemos una población enormemente envejecida y queremos cuidar de todos, absolutamente todos nuestros mayores. Hemos superado los peores años y las mayores amenazas para nuestra salud y nuestra economía. Y lo hemos hecho trabajando, concentrados en ese trabajo y con la colaboración de todos los que, cuando vienen mal dadas, arriman el hombro para salir adelante.
Ojalá que estos años difíciles que hemos pasado sirvan de lección para todos. Para que unas pocas manzanas podridas no consigan hacernos olvidar que la cesta está llena de otras sanas y normales. Para que ocupemos nuestro tiempo en encontrar espacios comunes para afrontar los graves problemas que seguimos teniendo: los precios, que están devorando el presupuesto de las familias; las dificultades cada vez mayores de una clase media amenazada; la situación de pobreza que se cronifica en las islas… Tantos y tantos problemas que dos millones trescientos mil canarios esperan que seamos capaces de enfrentar. Porque ese es nuestro verdadero trabajo y nuestra obligación.