El Cabildo de La Gomera y el Obispado de la Diócesis Nivariense han finalizado esta semana las obras de construcción del retablo del Crucificado, de la parroquia de San Bartolomé, en Alojera. Se trata de una de las actuaciones incluidas en el convenio suscrito entre ambas partes para el mantenimiento, conservación y restauración del patrimonio eclesiástico de la isla, cuya inversión global alcanza los 240 mil euros, según explicó Casimiro Curbelo.
Hizo hincapié en que de esta forma se actúa en otro de los ámbitos patrimoniales de la isla, como son las ermitas e iglesias que albergan piezas y estructuras de alto valor, “pero que necesitaban de la cooperación desde lo público para dar el impulso definitivo que facilitara su recuperación”. En este sentido puso en valor la coordinación establecida con el Obispado y con las parroquias para materializar el plan de trabajo previsto.
Así, detalló que de los once proyectos contemplados en el convenio, siete ya se han materializado, mientras que se trabaja en la restauración del retablo de la Inmaculada Concepción en la Iglesia de la Asunción de San Sebastián, y se perfilan los proyectos para la rehabilitación de la ermita de San Benito en El Molinito, y las cubiertas de la de Ntra. Sra. de La Salud, en Arure.
Detalles del nuevo retablo
El retablo, diseñado por Juan Domingo Méndez, está formado por un solo cuerpo, dividido en tres calles separadas por columnas corintias con base de talla, fuste acanalado y su correspondiente capitel. La calle central lleva el Crucificado, con un fondo tapizado en damasco rojo y un Sagrario que descansa sobre la mesa del retablo.
El Sagrario data de 1988 y se ha incorporado al retablo. Las imágenes de San Bartolomé y la Inmaculada Concepción se sitúan en los nichos de las calles laterales, que están tapizadas en damasco oro y flanqueados por columnas corintias, citadas anteriormente. La parte superior del retablo está compuesta por pináculos y cartelas talladas.
El acto de inauguración contó con la participación del presidente insular, Casimiro Curbelo; el alcalde de Vallehermoso, Emiliano Coello; miembros de las corporaciones local e insular, y el párroco de la zona, Kevin Barroso.