Miles de personas se congregaron en la Playa de San Sebastián para recibir a la Virgen de Guadalupe en el inicio de su quinquenal Bajada, que comenzó oficialmente con la eucaristía celebrada en la Ermita de Puntallana a las tres de la tarde, oficiada por Sergio Melián, sacerdote natural de San Sebastián y, actualmente, párroco en Icod de los Vinos.
Mientras, más de 90 embarcaciones, engalanadas para la celebración, aguardaban en la bahía de Puntallana. En Canarias, la Virgen de Guadalupe es la única Patrona insular que comienza y finaliza su Bajada con Romería Marítima.
Los fieles acompañaron a la Virgen hasta el pequeño muelle del Cangrejo, donde una embarcación de poco calado trasladó a la Patrona hasta la Paquita Pérez, un bermeano de 18 metros y medio de eslora y gran porte, que se estrenaba en esta procesión por mar, tomando el relevo a la “Gaviota”, que no ha podido participar en la Romería Marítima como había hecho en las últimas Bajadas.
La Romería, con la Virgen instalada en la proa de la embarcación, marcando el camino, salió de Puntallana con el sonido festivo de sirenas y voladores, arribando a la bahía de San Sebastián en torno a las seis de la tarde. En ese momento, se desbordó la alegría y la emoción de las miles de personas que desde primeras horas de la tarde esperaban a la Patrona en la playa, a pesar de las altas temperaturas.
Y desde el momento que la Imagen llegó a la orilla, la playa se convirtió en una gran fiesta, con el sonido incomparable del tambor y el repique de las chácaras, acompañando al pie de romance dedicado a la Bajada, con el silbo gomero atravesando el aire, al tiempo que decenas de palomas sobrevolaban el cielo de San Sebastián, todo ello mezclándose con los gritos exultantes de “La Virgen ya está aquí”.
A partir de ese momento, tambor, chácaras y romance marcaron cada paso en la procesión de la Patrona hasta el Pórtico del Ayuntamiento de San Sebastián, con sus arcos bellamente engalanados, donde la Imagen fue recibida por la corporación municipal, representantes insulares y regionales, junto a autoridades civiles y eclesiásticas.
Angélica Padilla, alcaldesa de San Sebastián, destacó en su bienvenida el carácter insular de la Bajada, señalando que el municipio capitalino es el encargado de recibir a la Virgen y, por tanto, es la primera etapa de un recorrido que llevará a la Patrona por toda La Gomera. Añadió que “la Bajada de la Virgen es uno de los acontecimientos más importantes de la isla y la mayor muestra de fervor de los gomeros y las gomeras”. Padilla agregó que “supone un gran honor y me llena de una emoción difícil de expresar con palabras, ser la primera alcaldesa que recibe a la Virgen de Guadalupe a su llegada a San Sebastián”.
Por su parte, el Obispo de la Diócesis Nivariense Bernardo Álvarez, rememoró anteriores bajadas destacando la enorme devoción mostrada siempre por el pueblo gomero hacia su Patrona, en cada uno de los rincones de su recorrido insular.
Los alcaldes y alcaldesas de La Gomera fueron los encargados de entregar las ofrendas llegadas desde todos los municipios de la isla. Una ofrenda que portaba dones intangibles como el silbo gomero y las décimas, brillantes y festivos como las hogueras de San Marcos en Agulo y de San Juan en Vallehermoso, y llenos de historia como la artesanía, entre otros. Una ofrenda que simbolizaba lo más representativo de la historia y la cultura de la isla.
Tras la interpretación del Ave María por parte de Beatriz Santos, el sonido del tambor volvió a marcar el inicio de la procesión, que llevó a la Patrona hasta la Iglesia Matriz de la Asunción, donde
permanecerá hasta el 21 de octubre, fecha en la que tendrá lugar el traslado por mar hasta Playa de Santiago, continuando su recorrido por toda La Gomera.