El Grupo Insular del PSOE del Cabildo de La Gomera preguntó en la última sesión plenaria al Grupo de Gobierno por la situación de las clases de silbo gomero en los colegios de la Isla.
El interés de los socialistas se debe a que diversos colectivos y grupos de padres han mostrado su preocupación por el hecho de que hasta el momento no se han iniciado las clases pertinentes en los centros educativos, sin que haya aún una fecha prevista para la vuelta a la normalidad.
Por ello, el PSOE ha preguntado al Grupo de Gobierno si era conocedor de esta situación anómala de retraso en el inicio de la actividad y si ha participado en el cambio de orientación que van a experimentar las clases de silbo debido al nuevo planteamiento planteado por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias: “Queremos saber los motivos reales de esta situación”.
En días recientes se ha conocido la noticia de que el Gobierno de Canarias trabajó en un nuevo marco de actuación para reactivar las clases de silbo en La Gomera, con el planteamiento de un proyecto pedagógico que se encuadre en la actual ley educativa, la LOMLOE.
El PSOE considera que hay que buscar una solución que garantice la continuidad de las clases en los centros escolares y evitar de igual forma la merma en los logros conseguidos en esta materia durante los últimos años.
El Silbo Gomero ha estado presente en las aulas de los colegios de La Gomera desde finales del pasado siglo, cuando en 1999 se aprobó en el Parlamento de Canarias la orden de 5 de julio de ese mismo año que regulaba la enseñanza del silbo en la Isla. Todo ello como reflejo y continuidad de la labor iniciada muchos años antes por el maestro del silbo Isidoro Ortiz Mendoza, con sus clases voluntarias en el colegio unitario de Chipude.
Desde entonces, son miles de niños y niñas y jóvenes que gracias a la introducción del silbo en las aulas han conocido y aprendido una de las muestras patrimoniales más importantes de la Isla.
De la misma manera, el Partido Socialista insiste también en su preocupación por el hecho de que aún no se hayan dado pasos decisivos para que el Silbo de La Gomera sea considerado Bien de Interés Cultural (BIC), hecho que consideran fundamental para que pueda tener la seguridad jurídica necesaria al tiempo que se le reconoce formalmente como parte del patrimonio insular.