Los campos de césped artificial llegan al final de su ciclo en España. La Unión Europea tiene la intención de prohibir este tipo de superficies, dado que diversos estudios indican que son las que liberan una mayor cantidad de microplásticos añadidos intencionadamente. En su batalla contra los microplásticos, que abarca acciones como la prohibición de la purpurina, la Comisión Europea ha establecido en España un plazo de ocho años para eliminar este tipo de superficies.
olo en territorio nacional se calcula que existen más de 10.000 campos de fútbol con césped artificial, y cada año se construyen o renuevan alrededor de 400 de ellos. Este tipo de superficie, caracterizada por sus bajos costes de mantenimiento, es utilizada para albergar partidos de fútbol, rugby, hockey, pádel y otros deportes durante cada fin de semana.
La iniciativa adoptada por la Comisión Europea no solo busca detener la construcción de nuevas instalaciones, sino que también implica la desinstalación de las ya existentes.
El césped artificial que percibimos como verde y siempre impecable, a diferencia de la naturaleza con sus imperfecciones y desigualdades, está compuesto principalmente por polietileno en forma de fibras, respaldado por una base de poliuretano o látex. En su base se encuentra una abundante cantidad de arena y un granulado derivado de neumáticos reciclados que proporciona una excelente amortiguación.