Una de las opciones para conseguir dinero de forma inmediata, sin muchos trámites, son los préstamos rápidos. Esta modalidad de financiación permite solventar una diversidad de situaciones económicas y se caracteriza por la agilidad del procedimiento. Aquí te contamos de qué tratan estos préstamos y que se debe evaluar antes de presentar una solicitud ante una entidad financiera.
¿Cómo saber cuál préstamo es el más adecuado?
Antes de solicitar un préstamo rápido, es necesario estar seguro de que sea la mejor opción para conseguir el dinero deseado. Muchas veces, se pide un préstamo de dinero sin necesidad real, lo que implica asumir una deuda innecesaria. Si se ha determinado que es real la necesidad, el siguiente paso será determinar si se cuenta con la capacidad suficiente para pagar la deuda.
Al recibir un préstamo de dinero, se adquiere una obligación financiera, por lo que va a ser necesario pagar una cuota regular de intereses. Si no se posee una solvencia financiera adecuada, lo más recomendable es no solicitar un préstamo rápido, pues estos productos de financiación tienen elevados intereses.
Por otro lado, Better Compared es una herramienta que hace más fácil determinar cuál es el préstamo más adecuado en cada situación. Esta herramienta consiste en un comparador de préstamos que ofrece una visión general de dichos productos financieros, con la finalidad de ayudar a decidir cuál producto seleccionar. Además, facilita la solicitud del préstamo, pues el solicitante puede contactar con la web del prestamista.
Los préstamos rápidos son una alternativa de financiación que puede resultar ser muy útil en ciertas circunstancias. Solucionan una necesidad de dinero puntual en un momento dado, pero debe evaluarse que esa necesidad de dinero sea real y se posea la manera de devolver el dinero en el plazo acordado.
La agilidad es la característica más destacada de los préstamos rápidos
Los préstamos rápidos son productos de financiación que se caracterizan por la rapidez de su concesión y la simplicidad de sus trámites. Se trata de un acuerdo entre prestamista y solicitante, donde la entidad financiera otorga un monto de dinero, que tendrá que devolverse al cabo de un período de tiempo establecido.
Como son préstamos rápidos, suelen aprobarse y entregarse en un período corto de tiempo. La concesión de este producto financiero no suele sobrepasar las 24 horas, en la mayoría de las entidades prestamistas. Además de esta agilidad, los préstamos rápidos no requieren la presentación de una lista larga de documentos o de muchos trámites.
Adicionalmente, la cantidad de dinero que se puede pedir en préstamo tampoco es exorbitante. En realidad, gran parte de las entidades financieras que ofrecen estos servicios suelen conceder préstamos con una cantidad inferior a los diez mil euros.
¿Es rentable pedir un préstamo rápido?
La solicitud de un préstamo rápido responde a una necesidad puntual de dinero. Esta clase de préstamo cuenta con la ventaja de que su proceso de solicitud es flexible, cómodo y sin muchos requisitos. Ahora bien, no resultan ser la mejor opción cuando se necesita un préstamo de importe elevado.
Los préstamos rápidos suelen ser de cantidades de dinero pequeñas, por lo tanto, su plazo de devolución es corto. Además, los intereses que corresponden a esta clase de préstamos suelen ser bastante elevados en comparación con otro tipo de préstamos. Por eso, antes de solicitar un préstamo rápido, es importante evaluar si este es el producto de financiación ideal para quien necesita el dinero.
¿Dónde se pueden conseguir los préstamos rápidos?
Cada vez son más las entidades financieras que ofrecen esta clase de préstamos de dinero. No es un modelo ajeno a la banca tradicional, pues los bancos cuentan con productos de financiación rápida que funcionan como préstamos rápidos. Por ejemplo, las tarjetas de crédito son préstamos rápidos, así como los anticipos de dinero a través de la nómina.
Los prestamistas privados también ofrecen préstamos rápidos a sus clientes. Es más, existen modelos de financiación especializados en otorgar préstamos en cantidades pequeñas, conocidos como micropréstamos. Estos productos de financiación son rápidos, pero suelen otorgar un monto bajo en préstamo.
Para determinar cuál préstamo elegir, es necesario evaluar el tipo de interés que ofrece la entidad financiera. También es necesario echar un vistazo a las comisiones que se establecen en el contrato, como la comisión de apertura del préstamo, el estudio de la solvencia financiera y la cancelación anticipada del producto financiero.