El Cabildo de La Gomera, a través de la Unidad de Medio Ambiente, ejecuta trabajos para el control de especies exóticas invasoras, concretamente, la conocida como ‘rabo de gato’, tras el análisis del inventario 2023 de esta especie. Así lo informó el presidente insular, Casimiro Curbelo, quien apuntó que el principal objetivo de estas acciones es controlar la expansión de esta planta “cuya dispersión descontrolada afecta gravemente a la conservación de la diversidad biológica de la isla”.
De esta forma, Curbelo explicó que se están llevando a cabo dos tipos de trabajo, ambos en la zona de Aguajilva, en el término municipal de San Sebastián, de acuerdo con el manual de buenas prácticas de uso de la flora exótica canaria y el protocolo de control propio de la Unidad de Medio Ambiente.
“El primero consta de un encargo de trabajos en altura en zonas de difícil acceso, con personal especializado, con una formación previa de conocimiento y tratamiento de la especie; mientras que el segundo, realizado por el personal propio de la Unidad, se ejecuta en las zonas de principal acceso de las carreteras, ya que estas suponen un elemento de dispersión de la planta”, añadió Curbelo.
Por su parte, el consejero insular de Medio Ambiente, Héctor Cabrera, recordó que, en paralelo a estos trabajos, la Unidad de Medio Ambiente también actúa sobre otras especies exóticas invasoras como son el ‘plumero de pampa’ (Cortaderia selloana), la crásula rosada, (Crassula multicava) y los cactus cilíndricos (Cylindropunita sp.).
Asimismo, recordó la importancia de la cooperación ciudadana para el control de ese tipo de plantas invasoras. “Por ello, a través de nuestro proyecto Plánta-te, ofrecemos en el Vivero de Cruz Chiquita, de forma gratuita, asesoramiento y plantas para poder sustituir estas especies por otras autóctonas, que enriquezcan nuestros paisajes y nuestra diversidad”, insistió.
Trabajos sobre especies exóticas invasoras
Las especies exóticas invasoras son aquellas que se introducen en otros territorios y logran adaptarse, establecerse, reproducirse y dispersarse hasta colonizar el entorno, formar nuevas poblaciones, y causar impactos en la biodiversidad, la salud o la economía.
Las especies alóctonas, aquellas que son introducidas fuera de su área de distribución natural, pueden prosperar descontroladamente por la ausencia de predadores o competidores y transformarse en especies exóticas invasoras, causando importantes daños en los ambientes en los que son introducidas y afectando a las especies autóctonas, ya sea por desplazamiento, por predación o por la transmisión de patógenos.
Los trabajos de control, concretamente, para la especie invasora del ‘rabo de gato’, requieren de cuidado para evitar la propagación de cualquier semilla. El primer paso es la identificación en tajo y la toma de datos de coordenadas de inicio del trabajo. Posteriormente, se procede a la separación de la espiga con semilla del resto de la planta, guardando únicamente la semilla en una bolsa o saco bien cerrado.
A continuación, se arranca de raíz la planta y se deja in situ a modo de testigo de la actuación, que evite la llegada de luz a nuevas semillas, y poder así gestionar el volumen en el Vivero de Cruz Chiquita, lugar donde se depositan los sacos o bolsas en una zona habilitada para ello.