Las geomallas tridimensionales se utilizan para crear caminos paisajísticos, aparcamientos ecológicos, así como para reforzar taludes y otras superficies en la construcción de carreteras y el diseño paisajístico. Veamos qué materiales se utilizan para su instalación y cómo se colocan las geomallas.
En paisajismo y construcción de carreteras, las geomallas tridimensionales se utilizan para reforzar el suelo y crear una base sólida para diversas superficies de carreteras. También se utilizan para reforzar caminos de jardines, céspedes, terrazas, aparcamientos ecológicos, campos deportivos, taludes e incluso autopistas. Las geomallas ayudan a proteger la superficie de la carretera de deformaciones bajo carga, evitan la formación de surcos y baches y previenen los corrimientos de tierras y la erosión del suelo.
El material de geomalla se presenta en forma de módulos que se sueldan entre sí a partir de tiras sintéticas de 2 mm de grosor siguiendo un patrón de tablero de ajedrez para crear celdas del tamaño requerido. Un parámetro importante de este material de construcción es la altura de la celda, que determina el tipo y el tamaño del relleno, así como el área de aplicación de la geomalla. Como agregados para este sistema pueden utilizarse diversos materiales, como tierra fértil, arena, grava, piedra triturada y hormigón asfáltico. Esta diversa gama de aplicaciones, desde caminos ajardinados hasta autopistas, permite utilizar estas geomallas en una gran variedad de proyectos.
Preparación para la instalación de geomallas: herramientas y pasos a seguir
Antes de iniciar el proceso, es importante disponer en la obra de los materiales necesarios. Se trata de una geomalla volumétrica en la cantidad adecuada, que se calcula en función de la superficie a cubrir. También necesitaremos tijeras afiladas o tijeras de podar para cortar el material sobrante, áridos (pueden ser tierra, grava, arena u otros según sea necesario) y anclajes en forma de J para fijar la geomalla. También se necesitarán geotextiles no tejidos para crear un sistema de drenaje eficaz.
Empiece por preparar la base para reforzar el material. Limpie la zona, elimine la vegetación y nivele la superficie. Vierta un colchón de grava de 3-5 cm de espesor sobre la base. A continuación, extienda el geotextil no tejido para crear una capa de drenaje.
La elección de una geomalla específica depende de varios factores, como la altura de la celda, el tipo de árido, la pendiente y el tipo de superficie. Por ejemplo, para zonas llanas con poca pendiente, es adecuada una geomalla con un nervio de 50 mm de altura (el ángulo de inclinación no supera los 10°). Para zonas de pendiente pronunciada con una carga elevada, se recomienda una geomalla de 100 mm, 150 mm o 200 mm de altura.
Tras la preparación, extienda la geomalla sobre la zona a cubrir y asegúrese de que su tamaño se ajusta a la zona. Si es necesario, corte el material sobrante manteniendo la integridad de las celdas.
Comience a fijar la geomalla utilizando anclajes en forma de J, colocándolos uniformemente a lo largo de toda la longitud del material. La distancia entre los anclajes depende del tamaño de la celda y puede variar de 2,5 a 6 anclajes por módulo.
Por último, rellene toda la superficie de la geomalla con árido de manera uniforme. Si se trata de un aparcamiento ecológico o de césped, rellénalo con tierra fértil y siembra césped.