El Cabildo de Tenerife aprobará la declaración de emergencia hídrica para la isla en el pleno previsto para el 1 de marzo, avalada en informes técnicos que apuntan a una sequía extrema y de larga duración en las medianías y a riesgo crítico de desabastecimiento de agua en los próximos meses.
Para ello el grupo de gobierno en el Cabildo presentará una moción que busca el consenso del resto de formaciones para afrontar en bloque la grave situación de sequía.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, hace un llamamiento a la unidad en este ámbito porque “estamos ante uno de los inviernos más secos de la historia reciente y asegurar el agua para el abastecimiento ciudadano y para el campo tinerfeño es un asunto capital que no tiene color político”.
Dávila confía en que la iniciativa se apruebe por unanimidad “ya que vamos a tomar decisiones importantes para afrontar la sequía que padecemos. Los tinerfeños no ven diferencias ideológicas en esto y no se entendería que los grupos políticos las tuvieran. Confío en que ningún partido responsable se quede fuera”, según ha indicado en un comunicado del Cabildo.
El vicepresidente del Cabildo, Lope Afonso, insiste en la necesidad de “ir todos de la mano en un asunto tan importante como éste, ya que la sequía que padecemos traerá graves consecuencias para el sector agrario en Tenerife, lo que hace necesario que habilitemos, de forma urgente, todas las herramientas que estén a nuestra disposición para mitigar, de cara al verano, los efectos de la situación climatológica”.
Esta semana el Gobierno de Canarias abordó las consecuencias de la crisis hídrica con representantes de todos los cabildos en una reunión que tuvo lugar en La Gomera, y desde Tenerife “impulsamos un encuentro de trabajo con todas las organizaciones agrarias, al objeto de informarles de los datos técnicos que barajamos en el Cabildo y la preocupación que nos suscita la situación, especialmente de cara al verano”.
La moción insta al Consejo Insular de Aguas de Tenerife a tramitar la declaración de emergencia hídrica para la isla y a que evalúe y ejecute, junto a Balsas de Tenerife (Balten), todas las acciones que se puedan desarrollar para garantizar el abastecimiento de la población y el sector agrícola, así como las medidas preventivas para evitar pérdidas en la red y otras relacionadas con el uso racional del agua.
Asimismo, la propuesta recoge que desde el Consejo Insular de Aguas y desde la Consejería de Turismo deberán impulsarse campañas informativas dirigidas a la personas, con especial referencia a turistas y visitantes, además de a la población local, sobre la importancia de utilizar de manera responsable los recursos hídricos.
La moción para la declaración de la emergencia hídrica está sustentada en información técnica que destaca las consecuencias de las anomalías térmicas cálidas y el déficit de precipitaciones de los últimos años.
Recoge, además, las conclusiones de un informe de Balten sobre la situación actual, que indica una “sequía extrema y de larga duración en las medianías de la isla de Tenerife”.
La moción prosigue exponiendo que las precipitaciones han bajado en todas las estaciones analizadas, entre un 15 y un 40% y que la evapotranspiración ha subido principalmente en las medianías con aumentos de entre un 10 y un 25%, en consonancia con el aumento de la temperatura media del aire y el aumento de la radiación solar.
Estas situaciones han derivado en que los aportes de agua para los cultivos hayan aumentado al disminuir la precipitación en torno a un 15 y un 30%.
A fecha de 1 de febrero de 2024, cuando ha pasado ya buena parte de la estación habitual de lluvias, el nivel de almacenamiento de las balsas de Balten está en el 34,6% (un nivel muy inferior al de la misma fecha del ejercicio anterior, cuando alcanzaba el 52%).
Las circunstancias que se están dando hacen que la continuidad de los cultivos actuales esté comprometida en buena parte de la superficie agrícola de la isla, principalmente en las medianías, si no se ponen en marcha medidas que tendrán que estar respaldadas por esta declaración de emergencia.
Los datos técnicos también apuntan a un riesgo crítico de desabastecimiento de agua de cara a los próximos meses, que hace necesarias medidas inmediatas arbitradas por el Cabildo por un procedimiento rápido y eficaz.