El Gobierno de Canarias está probando el uso de balsas portátiles para abastecer los helicópteros que habitualmente participan en la extinción de incendios forestales, con el objetivo de mitigar la escasez de agua producida por la sequía, intensificar la frecuencia de las descargas e incorporar el uso de retardantes en las misiones de estas aeronaves. Así lo confirmó esta mañana el consejero de Política Territorial, Manuel Miranda, tras asistir a una prueba de estos nuevos componentes en los montes de Candelaria, en la isla de Tenerife.
“Sufrimos el peor período de sequía desde que hay registros, hemos pasado el invierno más seco y cálido desde que hay estadísticas, y nos preocupa no disponer de agua suficiente de aquí al verano en las charcas y balsas de las islas para abastecer a los helicópteros que usamos en la extinción de incendios forestales, por eso estamos estudiando nuevos sistemas que garanticen el abastecimiento de los medios aéreos llegado el caso, es el momento de prevenir y de tener los deberes hechos antes de que sea tarde”, aseguró el máximo responsable de emergencias, Manuel Miranda.
Con este objetivo, la Consejería de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias ha desarrollado unas jornadas de formación para probar el uso de estos nuevos elementos en la lucha contra incendios forestales, organizadas por la Dirección General de Emergencias y dirigidas a personal del Gobierno de Canarias y de los cabildos insulares, con el objetivo de mejorar la coordinación y aumentar la eficacia de los recursos durante los trabajos de extinción de incendios en las Islas. La formación está dirigida al personal que interviene ante estas situaciones, como por ejemplo el servicio de equipos de intervención y refuerzo en incendios forestales (EIRIF).
Las jornadas han consistido en sesiones teóricas y prácticas, incluyendo un ejercicio de prueba realizado esta mañana en la zona de Chivisaya, en el sur de la isla de Tenerife, donde se han usado nuevos retardantes lanzados desde un vehículo equipado con un equipo motobomba y desde mochilas extintoras. Los retardantes son compuestos químicos que, mezclados con el agua que se lanza a las llamas, permiten rebajar y parar el frente del incendio, así como reducir la velocidad de su propagación al actuar en materiales que aún no han sido afectados, permitiendo que se consuman de forma mucho más lenta.
La formación para el uso de estos elementos permite a los equipos de lucha contra los incendios forestales conocer mejor su composición, su forma de actuar y cómo se maneja y se aplica durante las tareas de extinción para que resulte más eficaz su uso.
Respecto a las balsas portátiles, se trata de dos depósitos neumáticos que sirven como puntos de recarga de agua para helicópteros que estén participando en la lucha contra el fuego, y acaban de ser adquiridas por el Gobierno de Canarias. La formación para su uso ha incluido la forma de instalación, así como el recordatorio a los operarios de los requisitos para su ubicación. En la prueba de campo celebrada hoy en la misma parcela ha participado el helicóptero MI41 y se ha procedido a llenar una de las balsas, de 56.000 litros de capacidad, para que el citado medio aéreo pudiera hacer la carga del depósito de agua que lleva incorporado, denominado bambi.
Las dos balsas portátiles servirán para llevar agua a zonas donde no existan puntos de recarga para medios áereos y disponen de 56.000 y 25.000 litros de agua. Tienen diámetro de 6 y 4 metros, respectivamente, una altura de 1,7 metros y están construidas en PVC.
Cabe recordar que el consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, firmó en el mes de marzo la declaración especial de prealerta del Plan Canario de Protección Civil y Atención de Emergencias por incendios forestales (Infoca), ante el elevado riesgo que presentan los montes de las islas como consecuencia de la prolongada sequía y las elevadas temperaturas.
Esta prealerta permanecerá vigente mientras se den las condiciones que mantienen alto el riesgo de incendios, y fue fruto de una recomendación del equipo de expertos constituido a tal efecto, integrado por especialistas en emergencias, climatología y extinción de incendios, como Federico Grillo, Montse Román, Miguel Ángel Martín, Vicky Palma y Pedro Martínez.