El Consejo de Gobierno ha autorizado este martes, 9 de julio, el gasto plurianual de 11.931.300 euros para financiar ocho desaladoras que el Ejecutivo canario suministrará a los Consejos Insulares de Aguas de las islas para incrementar los recursos hídricos destinados a riego agrícola. A estas instalaciones, que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria ha encargado al Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), se suman otras dos estaciones que se sufragarán a través de subvención de 1,5 millones de euros de dicho departamento.
Así, en total serán diez las nuevas infraestructuras disponibles, las cuales tendrán una capacidad de desalación de 22.600 metros cúbicos al día, lo que se traduce en unos 8,24 millones de m3 al año. Con esta actuación se pretende paliar los problemas de abastecimiento de agua para la agricultura derivados de la sequía como consecuencia del déficit de lluvias y las anomalías térmicas de los últimos años, en especial en los últimos meses, situación a la que se suman las deficiencias en redes de abastecimiento y obsolescencia de algunas grandes infraestructuras de producción y que ha llevado a la declaración de emergencia hídrica por parte de algunas corporaciones insulares y a la toma de medidas restrictivas en algunos municipios.
La escasez de agua conduce a la disminución de los rendimientos de los cultivos y afecta a su calidad y cantidad de producción y provoca la desertificación de las tierras de cultivo, lo que dificulta la producción de alimentos y el aumento de los costes de producción y, en consecuencia, deriva en la disminución de la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Por ello, la puesta a disposición de recursos hídricos para el sector primario constituía una de las demandas de las organizaciones agrarias en el contexto de las movilizaciones del campo que tuvieron lugar en distintos países europeos a principios de año. En este sentido, pese a tratarse de una competencia de los Cabildos insulares, el Ejecutivo canario se comprometió con los representantes de estas agrupaciones a colaborar en la búsqueda de soluciones dada la repercusión de esta situación para los agricultores y ganaderos de las islas y su compromiso con los productores del archipiélago.
Las desaladoras, que se financian con cargo al Programa de Desarrollo Rural (PDR) a través de fondos del FEADER, se entregarán a los Consejos Insulares de Aguas (responsables de su gestión) y se instalarán en las localizaciones propuestas por estos en La Palma, La Gomera, Fuerteventura, Lanzarote, El Hierro, Tenerife y Gran Canaria. Las capitalinas y la isla del Meridiano acogerán dos infraestructuras cada una. Todas las instalaciones tendrán una capacidad de desalación de 2.500 metros cúbicos al día a excepción de las dos de El Hierro con 1.300 m3/d cada una.
Se trata plantas de ósmosis inversa de agua de mar, de fácil transporte, y cuyo diseño corresponde al ITC, un referencia en I+D+i en el ámbito de la desalación. Han sido desarrolladas en el marco del proyecto “DESALRO 2.0” y son adecuadas para cubrir una situación de emergencia con el menor consumo de energía posible del mercado. A escala de 2.500 m3/d logran alcanzar los 1,86 kWh/m3 frente a los desarrollos comerciales que se sitúan en los 2,35 kWh/m3, y, además, el agua obtenida resulta apta para riego con una cantidad de boro inferior a 1 mg/l.