El mercado bursátil registró un sólido segundo trimestre, gracias sobre todo a los grandes valores tecnológicos. Sin embargo, a pesar de este éxito, algunos analistas están preocupados. He aquí por qué.

El índice S&P 500, ponderado por la capitalización bursátil, ganó un 3,9% durante el trimestre, alcanzando máximos históricos en nueve ocasiones. En cambio, el índice de igual ponderación cayó un 3,1% desde su máximo histórico al final del primer trimestre. Esta diferencia se debe principalmente a un factor: Inteligencia Artificial (IA).

La IA impulsó significativamente la impresionante subida del 36% de Nvidia (NVDA) este trimestre y ayudó a Apple (AAPL) a recuperarse de su caída del primer trimestre. Estos gigantes tecnológicos, que entran en el segundo semestre con valores de mercado superiores a los 3 billones de dólares, han hecho que un mercado por lo demás tibio parezca mucho más vibrante. Para aquellos que se preguntan acerca de los movimientos del mercado, comprender qué es un gap en bolsa puede proporcionar más información sobre cómo pueden producirse ganancias tan impresionantes.

¿Qué sectores superaron al S&P 500 en el segundo trimestre?

Durante el segundo trimestre, tres sectores superaron o igualaron al índice S&P 500 en general: Tecnología de la Información, Servicios de Comunicación y Servicios Públicos. Cabe destacar que alrededor del 25% de los valores del S&P 500 obtuvieron mejores resultados que el propio índice.

Dentro del sector tecnológico, los resultados fueron desiguales. Entre las distintas industrias tecnológicas, sólo las empresas de semiconductores obtuvieron mejores resultados que el S&P 500. Nvidia, uno de los principales fabricantes de chips, vio subir sus acciones, convirtiéndose en la empresa más valiosa del mundo. Nvidia, uno de los principales fabricantes de chips, vio cómo sus acciones se disparaban, convirtiéndose brevemente en la empresa más valiosa del mundo. Broadcom, otro fabricante de chips, también registró importantes ganancias, ya que la demanda de infraestructuras de IA impulsó sus ventas. Qualcomm también se benefició, gracias a su nuevo procesador de IA.

Por otro lado, las empresas de software tuvieron un trimestre difícil. El sector del software cayó un 3%, y los valores de servicios de Internet e infraestructuras bajaron casi un 7%. Salesforce se enfrentó a descensos a principios de junio debido a la debilidad de sus ventas y sus previsiones. Otras empresas de software más pequeñas, como Shopify, Workday y MongoDB, también registraron resultados decepcionantes.

Las acciones de Oracle subieron no por sus extraordinarios beneficios -de hecho, no alcanzaron las expectativas de ingresos y beneficios-, sino por su nueva alianza en la nube con Microsoft y OpenAI.

Los inversores estaban tan entusiasmados con la IA que buscaron, más allá de los fabricantes de chips, otras empresas que pudieran beneficiarse de la tendencia de la IA. Por ejemplo, First Solar, una empresa no relacionada directamente con la IA, se convirtió en el segundo valor con mejor rendimiento del S&P 500, por detrás de Nvidia. Los analistas especularon con que la IA podría beneficiar a First Solar, lo que impulsó sus acciones en mayo.

Incluso el sector de servicios públicos, normalmente considerado estable y de crecimiento lento, tuvo un comportamiento excepcional. Vistra, que se incorporó al S&P 500 en mayo tras una subida del 80% en el primer trimestre, fue uno de los valores más rentables. NRG Energy y NextEra Energy también registraron ganancias superiores al 10%.

¿Qué preocupa del comportamiento del mercado?

A pesar del buen comportamiento de algunos sectores, el mercado en general ha tenido un segundo trimestre más difícil. Desde marzo, los sectores energético, financiero, sanitario, industrial, de materiales e inmobiliario han registrado descensos. De hecho, cerca del 60% de las empresas del S&P 500 terminaron el trimestre en números rojos.

La divergencia entre el S&P 500 y la mayoría de sus componentes quedó patente en junio. Mientras Nvidia y otros valores de chips se disparaban, el S&P 500 alcanzaba máximos históricos repetidamente. Sin embargo, la línea de avance-descenso del S&P 500, que representa la proporción de valores al alza y a la baja, empezó a deslizarse, lo que indica posibles problemas.

¿Qué pueden esperar los inversores del futuro de las acciones?

Algunos expertos creen que el mercado bursátil aún tiene margen para crecer, especialmente si los beneficios del segundo trimestre cumplen las expectativas. Sólo tres sectores -alimentos básicos de consumo, industria y materiales- registrarán descensos de beneficios en el segundo trimestre. En cambio, se prevé que siete sectores registren un crecimiento de los beneficios superior al 5%. Si las empresas obtienen buenos beneficios, podrían producirse subidas más amplias en todo el mercado.

La historia también respalda el potencial de crecimiento continuado. Cuando las ganancias del primer semestre son del 10% o superiores, el S&P 500 suele subir más del 80% de las veces en el segundo semestre, con ganancias medias de casi el 8%.

Sin embargo, hay señales de cautela. El estrechamiento de la amplitud del mercado, en el que son menos los valores que impulsan las ganancias del mercado, es motivo de preocupación. Esta falta de participación más amplia podría indicar una posible pausa o retroceso del mercado, a menos que más sectores empiecen a registrar buenos resultados.

Los analistas también han observado que el impulso del mercado se estaba ralentizando hacia finales de mes, y que los valores defensivos (los que suelen ser inversiones más seguras) se estaban convirtiendo en algunos de los más rentables. Además, la fuerte concentración de ganancias en valores tecnológicos, sobre todo en unas pocas grandes empresas, y la rápida subida de los valores semiconductores se consideran riesgos potenciales.

Conclusión

En resumen, aunque el S&P 500 ha estado marcando nuevos máximos, principalmente debido a las grandes empresas tecnológicasy al auge de la IA, hay algunas razones para ser cautos. El mercado en general no es tan fuerte como parece, porque muchos valores y sectores no están funcionando bien. Las ganancias proceden sobre todo de unas pocas grandes empresas, lo que podría ser arriesgado.

Para los inversores, es importante estar atentos a esta dinámica. No confíe únicamente en el éxito de los grandes valores tecnológicos. Considere la posibilidad de diversificar sus inversiones para repartir el riesgo. Esto significa buscar en distintos sectores y empresas más pequeñas que puedan ofrecer oportunidades de crecimiento.