El mundo de la moda tiene ciertas fronteras que parecen inmutables, como las que separan los géneros y sus correspondientes identidades. Durante mucho tiempo, estas fronteras han estado grabadas en el tejido de la sociedad. Sin embargo, como cualquier forma de arte, la moda es tan fluida como el tejido a partir del cual se crea. Esta fluidez es importante para nuestros gustos y estéticas cambiantes, así como para la historia dinámica de la expresión individual.
Una sorprendente historia de hombres con tacones
Tradicionalmente se han asociado los tacones a las mujeres, pero en realidad su origen está en los hombres. Los hombres ricos llevaban tacones desde hacía mucho tiempo como símbolo de riqueza y estatus. Además, a los guerreros y jinetes ricos les resultaba más fácil montar y bajar de sus caballos.
En los siglos XV y XVII, las cortesanas francesas e italianas llevaban tacones de hasta 15 cm de altura. Esto las hacía más altas que sus coetáneos.
Reyes como Luis XIV llevaban deshabille, o chaquetas de falda larga, con tacones altos de color carmesí. De este modo, los tacones altos se convirtieron en el estándar de la vestimenta de la nobleza en Europa.
Los tacones se convierten en zapatos de mujer
A finales del siglo XVIII, los tacones de los hombres empezaron a bajar y los de las mujeres a subir. Esto sucedió porque la moda occidental idealizó el concepto de los caballeros reales.
Los nobles deseaban parecer más grandes y temibles en la guerra, pero también querían demostrar su dominio en otros ámbitos.
Vuelve la moda de los tacones masculinos
A principios del siglo XX, los vaqueros y rancheros de Estados Unidos crearon botas vaqueras más duras, con tacones bajos y apilados, adecuadas para trabajar y montar a caballo.
A lo largo del siglo XX, la mayoría de las mujeres llevaban tacones altos. En los años setenta, grandes iconos de la moda como David Bowie, Kiss y Aerosmith utilizaron zapatos y botas de plataforma para demostrar que los hombres aún podían llevar tacones altos.
Los famosos ponen a prueba la alfombra roja
Celebridades masculinas como Jared Leto y Lenny Kravitz se han dejado ver con tacones altísimos en la alfombra roja y en anuncios de revistas desde principios del siglo XXI.
Es demasiado pronto para saber si los tacones cambiarán la forma de comportarse de la mayoría de los hombres. Por el contrario, puede que sea una tendencia atrevida para las famosas que desean adelantarse a la moda.
Sin embargo, su intrincada historia demuestra cómo los conceptos sobre poder, clase y género se entrelazan en la forma en que el atuendo evoluciona con el tiempo.
Una nueva tendencia en tacones masculinos: Zapatos con alzas
Los tacones cayeron en desgracia entre los hombres hacia mediados del siglo XXI. Algunas personas utilizaban zapatos con alzas y botas para parecer más altos.
Estas fascinantes botas y zapatos de vestir que aumentan la estatura tienen plantillas ocultas que añaden subrepticiamente entre 5 y 10 cm de altura. Muchos chicos bajos que estaban acomplejados por su altura compraron zapatos con alzas.
Vale la pena considerar marcas populares de zapatos con alzas como Chamaripa cuando desee comprar zapatos con alzas. Desde zapatos con alzas formales hasta zapatillas y botas informales, hay opciones disponibles para diversas necesidades de moda. Esta versatilidad hace que los zapatos con alzas sean adecuados tanto para entornos profesionales como para salidas sociales. Invertir en marcas bien establecidas y conocidas por su atención a la comodidad puede aumentar la probabilidad de encontrar zapatos con alzas cómodos.
¿Son cómodos los zapatos con alzas? Unos zapatos con alzas demasiado apretados o demasiado holgados pueden resultar incómodos. Siga las directrices de tallaje del fabricante y mida sus pies con precisión para seleccionar la talla adecuada.
Los zapatos con alzas para hombre están diseñados para proporcionar un aumento de estatura discreto y de aspecto natural. Sin embargo, seleccionar un aumento de altura inadecuado puede resultar en una experiencia menos cómoda. Elegir zapatos con incrementos de altura demasiado exagerados puede comprometer el equilibrio y la estabilidad, provocando incomodidad y una forma de andar poco natural.
Conclusión
A la hora de plantearse si llevar o no tacones altos, las consideraciones individuales son cruciales. Los valores, las prioridades y los motivos pueden comprenderse mejor mediante el pensamiento crítico.
El equilibrio entre las normas tradicionales y la expresión personal revela si ir a contracorriente resulta genuino o incómodo. Como los cambios sociales son graduales, la gente es libre de avanzar a su propio ritmo. La comodidad física y la competencia son otras consideraciones prácticas que influyen en las decisiones individuales.
Lo más importante es la intención. Si los tacones hacen que la persona que los lleva se sienta más alta, más segura o más respetada, entonces cumplen su función. Ahora los hombres pueden anteponer su propio sentido del atractivo y la autenticidad a las críticas que puedan recibir de los demás.