El Cabildo de La Gomera, a través de la Unidad de Medio Ambiente, y Parque Nacional de Garajonay, avanza en las labores de control e inspección de los tendidos eléctricos de la isla ubicados en diferentes zonas de paso de aves, con el fin de reducir el número de incidentes que padece la avifauna al posarse en aquellos elementos que no están correctamente aislados.
El presidente insular, Casimiro Curbelo, detalló que con estas acciones “se persigue la adaptación de las líneas eléctricas de la isla, con el objetivo de proteger a la avifauna, la biodiversidad, y el propio ecosistema insular”. De esta forma, detalló que se han llevado correcciones con medidas antielectrocución en 33 apoyos eléctricos.
De esta forma, Curbelo destacó la relevancia que estos trabajos tienen “en una isla que es Reserva de la Biosfera, y cuya riqueza natural permite que vivan en su entorno más de 300 especies de aves, más de 50 de ellas nidificantes”.
Por su parte, el consejero insular de Medio Ambiente, Héctor Cabrera, recordó que los agentes de Medio Ambiente, tanto del Cabildo como del Parque Nacional, “realizan inspecciones periódicas del estado de estos apoyos eléctricos, con el fin de garantizar que los componentes de los cables reúnen las condiciones adecuadas para que estos elementos, que sirven como lugares de descanso para las aves, no entrañen peligro alguno”.
Los resultados de estas inspecciones son remitidos mediante un informe a la empresa eléctrica, para que posteriormente se realicen las labores de aislamiento necesarias en los puntos de la red que lo requieran.
En los últimos años se han detectado casos de muerte de aguilillas, cernícalos y cuervos, fruto del contacto con el tendido eléctrico. Estas situaciones, además, pueden generar incendios al caer el ave a un suelo con vegetación.