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Feminismo: una revolución imparable

* POR VENTURA DEL CARMEN RODRÍGUEZ.- Han pasado ya unos días y seguimos estupefactas con la noticia de la dimisión de Íñigo Errejón -no por la renuncia en sí, sino por las causas que la provocan- como portavoz del grupo parlamentario Sumar en el Congreso de los Diputados. 

Es gravísimo lo que ha sucedido; pensemos que este es uno solo de los muchísimos episodios de violencia machista que se dan cada día en España y,si ha acaparado los titulares de absolutamente todos los medios de comunicación de nuestro país, si es el tema de conversación en bares, plazas, lugares de trabajo o universidades, es por su enorme dimensión pública. 

El caso de Errejón tiene un plus de gravedad: se trata de un hombre de izquierdas que ha liderado movimientos feministas junto a las más destacadas mujeres de Podemos y Sumar. El ya expolítico expresó en reiteradas ocasiones, durante su trayectoria pública de una década, su defensa sin fisuras de la igualdad, los presuntos postulados feministas de su formación, su apoyo a las mujeres víctimas de violencia machista, su supuesto firme rechazo a cualquier manifestación de machismo… 

Dicho esto, hago la siguiente reflexión: desde la oportunidad única que la política me ha dado en un lugar como La Gomera y con la mirada crítica que aporta el hecho de ser una mujer de izquierdas, debo preguntarme si el caso de Errejón es una excepción, si es el único hombre que habla de feminismo dentro de una organización política cuando, en realidad, es un machista de libro. 

En todos estos años, hemos conocido situaciones en la política que, si bien no llegan al extremo de la violencia sexual, nos trasladan altas dosis de machismo disfrazado de paternalismo: ellos siempre saben más y mejor -el mansplaining- o son sabios porque son hombres, aunque se equivoquen en sus decisiones. 

Son esos hombres machistas quienes, aún hoy, sujetan con fuerza unos techos de cristal imposibles de romper con los que tropezamos las mujeres una vez tras otra. Explicamos que lo que queremos es igualdad y, entonces, el mero hecho de decirlo nos convierte en ambiciosas, en mujeres difíciles, en caprichosas, en zorras, en “feminazis”… en locas. 

Aquí reside el verdadero daño a las organizaciones políticas, a los colectivos ciudadanos y al movimiento feminista en general: el peligro de repetir hasta la saciedad un discurso en el que no se cree y que no se aplica a cada momento de la vida. En muchas ocasiones, especialmente en núcleos pequeños o alejados, se nos ha utilizado a las mujeres para rellenar y construir proyectos de hombres y, en la medida de lo posible, se nos impide crear nuestros propios proyectos. Es algo sutil; es patriarcado paternalista en esencia pura y es, sencillamente, repugnante. 

Siendo consciente de lo dramático de los testimonios que vamos conociendo -y, sobre todo, de los que no conoceremos jamás-, creo que es muy positivo que estos telones se levanten o que caigan las máscaras de líderes machistas que siguen escondidos detrás del discurso de la mentira. Se ven blindados por un poder e impunidad que se apodera de ellos al acceder a responsabilidades políticas e institucionales, desde la despreciable idea de que todo vale y sirviéndose del miedo de sus víctimas a las consecuencias de contarlo. 

Llevo años militando en el PSOE, el partido de los derechos sociales y, por tanto, de los derechos de las mujeres. Sí, puedo decir con orgullo que los avances en materia de igualdad han venido de la mano de Gobierno socialistas, y sé con absoluta certeza que por más que las derechas continúen sumando medidas de retroceso, la revolución por la igualdad es un fenómeno imparable en España. 

El feminismo es y seguirá siendo una bandera de la izquierda, esa bandera que tanto ha costado ondear con libertad, esa bandera que parece tan ligera en cada triunfo contra el patriarcado, que tanto duele cuando la ensucian pero que absolutamente siempre volvemos a levantar. Sea como sea, seguiremos regando y mimando las semillas del feminismo, porque esta lucha continúa y cada vez somos más, pese a quien le pese.

*Secretaria General del PSOE de San Sebastián de La GomeraPortavoz del

*Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera.

*Exdiputada del Parlamento de Canarias por la Isla de La Gomera

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