POR SALVADOR GARCÍA.- Estuvimos cerca de José Miguel Pérez, el que fuera secretario general de los socialistas canarios y vicepresidente del Gobierno autónomo, durante el 37 Congreso Federal del PSOE (julio 2008), el que aprobó, en Madrid, la restitución de la militancia para Juan Negrín López, el que fuera presidente del Gobierno de la II República, sesenta y tres años después de su expulsión (que se produce ya en el exilio) y cincuenta y tres tras su fallecimiento. Con este acto, recuperaron también su filiación otros 35 militantes expulsados con Negrín en 1946. De esta forma, el PSOE dio cumplimiento a una resolución adoptada a petición de los socialistas canarios.
Luchó y persuadió hasta la extenuación. Con ganas y con sosiego, como si aquel fuera el último empeño en el que estaba embarcado. No era el último, desde luego, pero si uno de los más importantes. Pérez, además, estaba insuflado por su apasionada condición de historiador. Sus reuniones y sus contactos eran constantes en salas y pasillos. La tenacidad le distinguía. Sabía lo que estaba en juego y lo que significaba reivindicar la figura de Negrín.
Pérez, en la línea del profesor Pérez Cobo, de la Universidad Autónoma de Madrid, destacó la estrategia de resistencia del presidente Negrín ante las derrotas del ejército republicano. La capacitación del personaje junto a su proyección internacional eran determinantes para entender aquella estrategia.
Licenciado en Filosofía y Letras y doctor en Historia por la Universidad de La Laguna, accedió a la cátedra de Historia Contemporánea en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Su vinculación con el PSOE lo llevó a desempeñar cargos de relevancia. En 2010, asumió la secretaría general del partido en Canarias. Fue también presidente del Cabildo de Gran Canaria (2007-2011), además de vicepresidente del Ejecutivo autonómico y consejero de Educación durante el período 2011-2015.
Era un hombre sosegado, al que no le gustaba lo orgánico, el tráfago de las enmiendas y de las negociaciones para lograr los siempre difíciles equilibrios en una organización política. Pero se hacía respetar desde su proverbial mesura y su talante. En el ámbito académico, Pérez dejó un legado a través de diversas publicaciones que analizan aspectos históricos y políticos de las islas. Entre sus obras más conocidas se encuentran ‘Canarias, de los cabildos a la división provincial’ y ‘El Archipiélago Canario entre dos siglos: la frontera sur del Atlántico europeo ‘.
En el haber de su gestión al frente de la consejería Educación del Gobierno de Canarias, hay que consignar la apertura de los comedores escolares en verano, un hecho favorablemente acogido por la sociedad de las islas.
El presidente del Gobierno y secretario general federal del PSOE, Pedro Sánchez, condensaba ayer en redes sociales las cualidades del profesor y político:
“José Miguel Pérez encarnó algunas de las mejores virtudes de un gran socialista.
Honestidad, compromiso y generosidad. Un firme defensor del diálogo y del consenso tanto en su etapa en el Cabildo como en la vicepresidencia del Gobierno canario”.
Será recordado.