Por los numerosos comentarios recibidos, la exposición “R-Evolution: conquistando la ciudad deseada”, instalada en el marco del Global Mobility Call de Ifema, en Madrid, resultó una fórmula muy acertada de visibilizar algunos de los cambios urbanos que experimenta el país.
Además de la experiencia transformadora de 21 ciudades españolas, la exposición incluyó dos casos muy significativos de amplia visibilidad internacional: París con sus avances en la desautoxicación de la parte central de la ciudad, recuperando espacio público para la caminabilidad y la bici, y el caso de Nueva York, con las acciones de recuperación peatonal de Broadway y Times Square, además de los proyectos de ampliación de aceras en la Quinta Avenida.
Otros casos de éxito se expusieron a través de transformaciones que tuvieron lugar en ciudades españolas. Desde el ejemplo integral de Pontevedra, una ciudad que transformó su espacio público y consiguió un modelo de prioridad peatonal en toda la ciudad, hasta reformas como la del paseo litoral de Playa de Santiago en el municipio gomero de Alajeró, la localidad más pequeña de la Red, en La Gomera, que eliminó el tráfico motorizado de su fachada marítima.
Un conjunto de transformaciones urbanas fueron presentadas también por las ciudades de Vitoria-Gasteiz, Logroño, Carballo, Trebujena, Tomiño, La Línea de la Concepción, Ciudad Real o La Rinconada. Acciones municipales que consistieron en la recuperación de espacios que estaban ocupados por coches y que en la actualidad pueden dedicarse a otras actividades no motorizadas, como la convivencia, el ocio o la movilidad amable, a pie o en bici.
Algunos espacios singulares como la Plaza de la Reina de Valencia, la Alameda del Río de Chiclana, el paseo marítimo de Estepona, la calle María de Haro de Bilbao o la calle Nuredduna en Palma tuvieron también su lugar en los paneles de Ifema, que incluyeron también un panel dedicado a los ejes verdes de Barcelona, especialmente a una de las acciones más significativas y trascendentes de la movilidad urbana de los últimos años como es la calle Consell de Cent, convertida en un enorme espacio de convivencia en pleno Eixample barcelonés.
Otra dimensión transformadora es la representada por la red peatonal de Oleiros, que consiste en unos 100 km de espacios segregados y seguros para la movilidad ciclopeatonal en las principales vías de ese municipio disperso de Galicia. La humanización del ensanche urbano de Pamplona ha merecido igualmente un espacio, que muestra el proceso de ampliación de aceras, la renaturalización de las calles y mejora de la seguridad peatonal. También singular es el caso de Vilagarcía de Arousa, que incluye la transformación de una calle urbana recuperando la memoria histórica del lugar, relacionada con el agua y el litoral.
El cambio urbano también se percibe en los ejemplos de Madrid, que aporta tanto grandes proyectos como el eje Parque del Oeste – Plaza de España – Plaza de Oriente o Madrid Río, como alguna de sus cada vez más frecuentes calles escolares, que se transforman bien en espacios de convivencia bien en calles con buenas aceras y espacios generosos y seguros para el acceso a los centros educativos.
Todo el contenido de la exposición forma parte del banco de buenas prácticas de la Red, que puede consultarse en el espacio virtual de la Red, donde en muchos casos se muestra alguna información complementaria tanto del proyecto como del municipio. A esta exposición se acercó la diputada gomera Esther Rodríguez Suárez, donde pudo contemplar los avances y mejoras de las diferentes ciudades y pueblos adheridos a la red como Alajeró.