Personas migrantes en el Puerto de San Sebastián (archivo)

La Unión de Asociaciones Vecinales de Canarias – 8 Islas (U.AVC) expresa su indignación y rechazo a la  hipocresía política.   Basta   ya   de   torcer   la   vista   y   esconder   la responsabilidad en discursos partidistas mientras cientos de personas mueren o desaparecen frentes a nuestras costas.

En   estas   últimas   semanas   hemos   asistido   a   distintos   mensajes navideños en los que los representantes de las distintas instituciones públicas   y   políticas,   entre   buenos   deseos   y   cordiales   saludos brindaban  expresándonos   su  felicitación  y  prosperidad  para   este nuevo año, mientras que la realidad y la tragedia se abría paso en nuestras costas.

Cifrándose en cerca de 2.000 personas, las que han llegado, desde el  inicio de este nuevo año a las costas de Canarias a través   de   la   ruta   Atlántica,   la   más   peligrosa   y   mortífera   de   la migración.  Mientras que algunos de nuestros políticos alzaban sus copas en un brindis entrañable en su regocijo hogareño, otros muchos olvidados e ignorados, se lanzaban a la mar a bordo de un cascarón de nuez, apiñados como sardina en lata y marcando un rumbo incierto, y en ocasiones mortales, en busca de un futuro que en sus países de origen difícilmente pueden encontrar o simplemente se les niega.

Somos conscientes de la realidad y de la puerta que se abre desde Canarias a la migración de estos países del continente Africano hacia Europa. Pero lo que no admitimos es la dejación de las funciones instituciones a la que estamos asistiendo y soportando. Y, ya no hablamos del reparto de los menores entre las distintas Comunidades. Autónomas para aliviar la presión migratoria que soporta Canarias, porque  ni a este asunto han podido llegar a acuerdos nuestros políticos, ya que la coacción y el interés político les importar más a algunos que el bienestar y la expresión de solidaridad hacia estos niños, ante este drama humanitario.

Un total de 9.757 personas murieron en la Ruta Atlántica tratando de alcanzar Canarias en pateras o cayucos durante 2024, lo que   supone   una   media   de   28   muertes   al   día   en   el   que   se   ha convertido en el año más mortífero hasta la fecha, batiendo el récord de 2023, cuando perecieron 6.007 migrantes. De cuyo total anual, 1.538 se corresponden a menores y 421 a mujeres.

Pero lo que es claramente lamentable e intolerable, se esconde tras las mesas de los despachos oficiales de determinadas instituciones gubernamentales, en las que las prioridades vienen marcadas en otras direcciones. En las que el afán y el ego personal superan a la sensibilidad y a la solidaridad, y en las que el valor de estas vidas se hunden en el más profundo olvido de las frías aguas del océano Atlántico.

Entendemos, desde U.AVC, que a muchos de estos cargos públicos les sean complejo llegar a determinados acuerdos en ciertas cuestiones por diferencias políticas entre ellos, pero lo que no les podemos seguir tolerando es la continua dejación de sus funciones ante este drama humanitario.  Buscar y encontrar una respuesta a esta realidad en la que estamos inmensos es sumamente una cuestión de estado prioritaria. Con ella, no solamente estaremos dando una solución a la inmigración   irregular,   en   la   que   las   mafias   son   las  grandes beneficiarias y la muerte, uno de los rumbos que toman muchos de estos migrantes que desesperadamente se echan a la mar con una esperanza hoy denegada.

Llegar y poderse asentar como ciudadanos de la Unión Europea ha convertido a Canarias en una de las principales rutas tomadas, entre otros, por los  menores extranjeros no acompañados. Por ello, desde la U.AVC, entendemos que la política en materia de inmigración por parte de la Unión Europea deberá cobrar una vital importancia para conocer y valorar el estado de estos menores en Europa y tomar así acciones encaminadas a mejorar su situación tras su llegada y su eficiente atención sin discriminación alguna por razón de origen.

Atendiendo para ello, a lo dispuesto por la Directiva 2011/95/UE, así como, la Resolución del Consejo de la Unión Europea de 26 de julio de 1997, relativa a los menores no acompañados nacionales de países terceros y, atendiendo a nuestra propia legislación en esta materia, entendemos que debe de ser de aplicación la Ley 1/1996, de 15 de enero, de protección jurídica del menor, garantizando igualmente a estos menores extranjeros no acompañados un marco jurídico de protección del que  destacando, de entre la primacía del interés superior del menor, la no discriminación en el goce de los derechos que le hayan sido reconocidos a los menores nacionales con carácter general.

El   artículo   35   contenido   en   la   Ley   Orgánica   2/2009   de   11   de diciembre, de reforma de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre   derechos   y   libertades   de   los   extranjeros   en   España   y   su integración   social,   en   su   apartado   12   tan   cuestionado,   viene   a establecer   que: Las   Comunidades   Autónomas   podrán   llegar   a acuerdos con las  menores extranjeros   no   acompañados   para   asumir   la   tutela   y custodia,   con   el   fin   de   garantizar   a   los   menores   unas   mejores condiciones de integración».

Un valor potestativo que, entendemos, atenta contra los derechos que por ley, como menores, les son reconocidos y, que entendemos, deben prevalecer ante los interés partidistas   y   de   egos   políticos demostrados   por   nuestros representantes políticos.

Por consiguiente y públicamente, a través de estas líneas, la U.AVC insta la intervención de la Fiscalía General del Estado por entender que los derechos de estos menores estan siendo vulnerado.