GOMERANOTICIAS.– Un 31 de enero de 2020 se detectó en la isla de La Gomera el primer caso de coronavirus en España.
El nombre de la isla canaria saltó en cuestión de minutos a los principales titulares de prensa tanto nacional como internacional y se activaron los protocolos reglamentarios que apenas en ese momento se conocían para hacer frente una enfermedad que avanzaba en el mundo sin tener demasiado conocimiento de lo que depararía el futuro sanitario inmediato ante la mayor pandemia en todo un siglo que hasta ese momento era conocida como la ‘neumonía china’
Al frente del hospital insular de La Gomera, su gerente en ese momento, el doctor Isidro Manuel Brito (gomero de nacimiento y durante muchos años antes de eso y ahora, médico de familia de varias generaciones que cariñosamente lo conocen como Manolín), recibe una llamada de Salud Pública en la que se le informaba que la Embajada Alemania en España advertía que entre seis ciudadanos alemanes que se encontraban en la isla, uno de ellos había tenido contacto con un positivo en su país. Tras intentar localizarlos una vez activada la alarma fueron localizados y posteriormente tras realizarles las pruebas pertinentes, se detecta un positivo.
Se moviliza desde el Centro de Salud de Hermigua –municipio en el que se encontraban los turistas– con inmediatez las actuaciones precisas. Y desde ahí frente a una realidad desconocida y en la que los sanitarios calificaron en ese momento de insólita y de sentir algo de miedo partieron hacia el lugar de hospedaje de los turistas a bordo de una ambulancia, la enfermera, Adela Schmidt y la doctora Myriam Darias. Tras las primeras pruebas fueron trasladados hacia el hospital mencionado para su confinamiento.
Fueron los días posteriores de cierta incertidumbre e intranquilidad pero tal y como confirmó el Dr. Brito se conservó en todo momento las pautas precisas en una situación como aquella mientras la prensa llegada de varios lugares del mundo hacia guardia permanente en las inmediaciones del centro hospitalario. Poco después llegó a ser confinado también todo un hotel en el sur de Tenerife por las mismas razones.
Durante las siguientes semanas e incluso meses, las estadísticas de infectados en el Mundo pero también en La Gomera que se publicaban inicialmente de forma diaria y luego de manera más esporádica helaban las peores previsiones. Tanto, que el 3 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia y comienzan las calles a vaciarse mientras empiezan a saturarse los hospitales, se cierran establecimientos públicos, comienza el teletrabajo, llegan las mascarilla y se invita a una no movilidad de la ciudadanía hasta que el Gobierno de España declara el Estado de Alarma. Ya había en España 6.000 casos positivos y 136 fallecidos. Una situación que duró 98 días después de prorrogarse hasta seis veces.
Mientras todo eso sucede, una Isla de La Gomera que en ningún momento interrumpió sus comunicaciones aéreas y marítimas por su propia supervivencia empezaba con severos controles sanitarios para la movilidad, las instituciones públicas comenzaron a coordinarse. Las autoridades sanitarias, el Cabildo Insular, la Dirección Insular de la Administración del Estado y las fuerzas de Seguridad del Estado, los ayuntamientos y organizaciones como Cruz Roja, personal de las residencias de mayores, Protección Civil y otros aportaron todo su esfuerzo y dedicación para superar una situación insólita.
Calles vacías, ausencia de turismo, puerto deportivo capitalino sin movimiento… y aplausos a las ocho de la tarde desde los balcones para los sanitarios que fueron los auténticos héroes que hacían frente a lo que sucedía de manera directa y decidida.
El Cabildo de La Gomera activó diversos servicios de atención e información a la ciudadanía. Uno de ellos fue el de desinfección de todos los vehículos que entraban y salían por el puerto capitalino. Reparto de mascarillas y diversas medidas que en cierta manera y con el conocimiento que se tenía de la enfermedad en aquellos instantes, paliaron probablemente muchas consecuencias. Además de medidas económicas que apoyaron a autónomos y empresas en aquellos momentos complicados.
Todo empezó a cambiar cuando llegó la vacunación el 27 de diciembre. Fue Araceli Hidalgo la primera persona en España en recibirla.
Pasados estos cinco años quizá haya una deuda pendiente. El reconocimiento oficial a todos los sanitarios y personas que de una manera directa e indirecta hicieron frente a aquella situación en La Gomera. Una medidas que sin duda alguna evitaron mayores contagios y situaciones más complicadas.
Unos protagonistas que no olvidarán jamás la experiencia vivida. Muchas gracias