El presidente de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC), Román Rodríguez, afirmó que, en Canarias, “se repiten, 20 años después, las diferencias entre el insularismo de ATI-CC y el nacionalismo de NC”. Rodríguez afirmó que las agrupaciones locales disidentes en Gran Canaria de Nueva Canarias-BC deben elegir entre la derecha insularista o la izquierda nacionalista. Para Rodríguez el margen de maniobra para posturas intermedias o alternativas es inexistente.
Ante las acusaciones del secretario general de CC, Fernando Clavijo, y transcurridas dos décadas del surgimiento de NC con la salida del nacionalismo de izquierdas de la coalición por las discrepancias internas relacionadas con el dominio de ATI en la orientación política y en la toma de decisiones, Román Rodríguez mantuvo hoy que la confrontación entre las dos corrientes, el insularismo conservador representado por ATI-CC y la izquierda nacionalista representada por NC se mantiene “inalterable”.
A pesar del tiempo transcurrido, Román Rodríguez aseguró que “se repite la historia”, las diferencias entre la derecha insularista que pretende hegemonizar, desde un territorio, al resto de las islas frente al “equilibrio que defendemos otros”.
Entonces y ahora, prosiguió, persisten las dos visiones de Canarias. Una, la de la derecha insularista que apuesta por el desarrollismo, la privatización de los servicios públicos (sanidad, educación y servicios sociales), los recortes a las universidades públicas, una fiscalidad regresiva que beneficia más a quienes tienen más ingresos, que gobierna junto a los conservadores españoles que han traicionado a Canarias en la resolución de la crisis humanitaria de los menores migrantes no acompañado y con la extrema derecha de Vox en municipios como Teguise y Arona. Además de votar la candidatura fallida de Alberto Núñez Feijóo a la Presidencia del Gobierno estatal con Vox y la UPN.
La otra, prosiguió Román Rodríguez, la del nacionalismo de izquierdas que apuesta por la contención del crecimiento con una moratoria turística adaptada a las características de cada isla para asegurar un futuro sostenible, la tasa turística, el control del crecimiento demográfico, la defensa de los servicios públicos y las energías renovables. Además de un sistema tributario, añadió, en el que los impuestos aumentan en proporción a la capacidad económica del ciudadano. Una Canarias con la menor desigualdad social posible, fuerte en la defensa de los derechos de las canarias y los canarios frente a los poderes del Estado y con líneas rojas a la extrema derecha.
Dos proyectos y dos visiones antagónicas del Archipiélago que obligan a elegir, tal y como refirió Román Rodríguez en alusión a las agrupaciones locales disidentes de NC-BC en Gran Canaria. Para el presidente del canarismo de izquierdas “no basta con ponerse etiquetas”. Es “necesario comprometerse” con las políticas concretas, según remarcó.
Instó a los disidentes a definirse y optar entre el nacionalismo canario progresista, defensor de un mayor autogobierno para Canarias, desde un enfoque descentralizador y federalista o el insularismo conservador que no titubea a la hora de apoyar a los más poderosos en detrimento de la mayoría de la ciudadanía del Archipiélago y pactar con la extrema derecha