La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, dirigida por Poli Suárez, ha aprobado una inversión extraordinaria de 39.988 euros destinada a la adquisición de material tecnológico con fines educativos para cada una de las trece residencias escolares que actualmente existen en el archipiélago.
En concreto, cada una de ellas recibirá una dotación de 3.076 euros para invertir en equipamiento tecnológico (pizarras interactivas, tabletas o portátiles, entre otros) con el que poder reforzar el proceso de aprendizaje de sus residentes, de tal manera que puedan disponer de las herramientas adecuadas para la realización de trabajos académicos, así como mejorar sus competencias digitales, clave en la educación actual.
Las trece residencias beneficiadas de estas ayudas, gestionadas a través de la Dirección General de Administración de Centros, Escolarización y Servicios Complementarios, que coordina David Crego, están repartidas por todo el archipiélago: cuatro de ellas se encuentran en Gran Canaria (La Ladera, Manuel Sosa, Santa María de Guía y Siete Palmas), otras tres, en Tenerife (San Andrés, Pedro García Cabrera y Hermano Pedro) y La Palma (Jarra Canaria, Mirca-San José y San Miguel), y una en las islas de Lanzarote, Fuerteventura y La Gomera (Haría, Puerto del Rosario y San Sebastián de La Gomera, respectivamente).
Estos centros, que dependen de la Consejería de Educación, acogen a más de seiscientos estudiantes canarios de todos los niveles, incluidos universitarios, y están supervisadas por tutores, quienes proporcionan apoyo escolar y orientación académica para reforzar el aprendizaje del alumnado residente, así como por la figura del estudiante becario o colaborador que, siendo mayor de edad, realiza funciones de tutoría y orientación a los residentes más jóvenes a cambio de una estancia subvencionada.
Las residencias escolares en Canarias tienen como principal objetivo garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, ofreciendo alojamiento y apoyo a aquellos estudiantes que, por diversas razones geográficas, familiares o personales, puedan ver dificultada su escolarización. Son espacios que dan respuesta al alumnado que, durante el curso escolar, debe pernoctar fuera de su hogar de lunes a viernes e, incluso, en algunos casos, los fines de semana, cuando la distancia con su domicilio familiar así lo requiere.
Estas instalaciones no solo atienden a estudiantes cuyo hogar se encuentra en otra isla o en zonas rurales alejadas, sino que también proporcionan apoyo a jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, ya sea por dificultades económicas, problemas de convivencia familiar o necesidades específicas derivadas de alguna discapacidad. De este modo, las residencias escolares actúan como un recurso clave para evitar la desigualdad educativa y fomentar el desarrollo integral del alumnado.
Además de su función principal como espacios de residencia y acompañamiento académico, estos centros también pueden ser utilizados para la realización de actividades culturales y recreativas, siempre con la debida autorización y garantizando el correcto funcionamiento de su actividad ordinaria. Esto permite que las residencias escolares sean, además, un punto de encuentro para la comunidad educativa y un entorno de crecimiento personal y colectivo para el alumnado que las habita.
Actualmente, las residencias escolares canarias permanecen abiertas de lunes a jueves, con la excepción de los centros de Mirca-San José (La Palma) y Pedro García Cabrera (Tenerife), con un régimen distinto al resto, ya que también permanecen abiertas el fin de semana.
Esta inversión se enmarca dentro del compromiso del área que dirige Poli Suárez con la modernización y digitalización del sistema educativo de las islas, con una apuesta por la inclusión digital y la mejora de los recursos disponibles para el alumnado que es acogido en las residencias escolares canarias.