
El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto de comedores escolares saludables y sostenibles para garantizar el derecho de todos los niños a una alimentación sana y de calidad con independencia del nivel de renta de sus familias.
El ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha destacado que el objetivo de la norma es asegurar que los centros escolares sirvan cinco comidas a la semana «que sean nutritivas, equilibradas, saludables y conformes a los estándares de la Organización Mundial de la Salud o de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y de Nutrición».
En este sentido, Bustinduy ha resaltado que el real decreto impulsa el consumo diario de frutas y verduras frescas, de legumbres, de pescado y de carne de calidad, a la vez que limita los alimentos ultraprocesados, los platos precocinados y el exceso de frituras. Además, elimina las bebidas azucaradas, las energéticas o la bollería industrial de las máquinas dispensadoras y de las cafeterías de los centros educativos.
El ministro ha incidido en que otros objetivos de la norma son «garantizar la equidad social y la igualdad de oportunidades», y que los menores adquieran hábitos alimenticios saludables para el resto de su vida. A este respecto, Pablo Bustinduy ha recordado que los datos del último estudio Aladino reflejan que uno de cada dos niños de familias con ingresos anuales inferiores a los 18.000 euros al año tiene exceso de peso debido a que no pueden permitirse consumir más alimentos frescos a diario ni realizar desayunos completos.
El comedor escolar es, a juicio del ministro, una herramienta para reducir la desigualdad: «La norma busca que los centros educativos sean espacios de garantía de oportunidades y de garantía del derecho a una alimentación saludable independientemente de variables como la clase social».
Asimismo, Bustinduy ha afirmado que la norma apuesta «por un modelo más sostenible, más eficiente y más racional que implique menos envases, menos plásticos, menos residuos y menos desperdicio».
El real decreto también busca impulsar el consumo de cercanía, los productos de temporada y la producción local, agrícola, pesquera y ganadera. «Queremos apostar por conectar el campo y la huerta con los comedores escolares y que sean nuestros agricultores, pescadores y ganaderos quienes provean productos de calidad para la alimentación de los niños y niñas del país en los comedores escolares», ha remarcado el ministro.
El titular de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha concluido su intervención expresando la apuesta del Gobierno por «un modelo más justo, que cuide no solo los derechos de la infancia, sino también el medio ambiente y los sectores estratégicos de nuestra economía».