Muchos conductores pasan por alto aspectos básicos de revisión mecánica, lo que se traduce en averías graves y facturas elevadas en el taller.

En modelos como el Suzuki Swift, no llevar un control riguroso del estado del aceite del motor compromete la eficiencia del coche e incluso daña gravemente su mecánica. Uno de los errores más comunes en el mantenimiento es descuidar los cambios regulares de aceite, lo que da lugar a costosas reparaciones del motor.

Descuidar el aceite del motor: un fallo que afecta directamente al corazón del coche

Cuando se omiten los cambios periódicos o se usa un producto de baja calidad, el aceite pierde sus propiedades y deja de proteger adecuadamente al motor. En consecuencia, se producen daños internos que comprometen seriamente el rendimiento del coche. En vehículos como el Suzuki Swift, esta omisión acelera el desgaste de piezas clave, generando una pérdida de potencia, mayor consumo de combustible e incluso gripado del motor.

Según datos proporcionados por expertos, elegir un aceite para Suzuki Swift de buena calidad y hacer cambios conforme a las recomendaciones del fabricante es fundamental para garantizar la longevidad del motor. RIDEX tiene aceite de motor y filtros de alta calidad que mantiene un rendimiento óptimo y alargan la vida de tu motor, lo que los convierte en la elección perfecta para coches como el Suzuki Swift. Utilizando productos RIDEX y efectuando los cambios de aceite con regularidad, previenes el desgaste del motor y evitas costosas reparaciones a largo plazo.

Ignorar señales de advertencia en el panel de control

Los vehículos modernos están equipados con sistemas electrónicos que alertan al conductor sobre fallos o problemas potenciales. Luces como la del motor, la presión del aceite o el sistema de frenos deben tomarse en serio. Ignorar estas advertencias acelera la aparición de averías que afectan la seguridad y el funcionamiento del coche. Un error frecuente es continuar conduciendo con una luz de advertencia encendida sin revisar el motivo, lo que a menudo ocasiona daños acumulativos.

La falta de respuesta a estas señales no solo agrava los fallos existentes, sino que puede anular garantías o aumentar el coste de reparación. Los especialistas recomiendan actuar de inmediato ante cualquier indicio del panel de control, hacer un diagnóstico y tomar medidas antes de que la situación empeore.

No revisar ni cambiar los filtros del motor y del aire

El filtro de aceite y el filtro de aire son componentes que trabajan silenciosamente para mantener el motor limpio y funcionando correctamente. Si se obstruyen o acumulan residuos, el motor sufre una reducción en la eficiencia, consume más combustible y emite más contaminantes. Este descuido provoca un desgaste prematuro de los sistemas internos y disminuye la potencia general del coche.

El mantenimiento regular de estos filtros es esencial para evitar que impurezas afecten la combustión interna. Cambiarlos dentro del intervalo recomendado ayuda a conservar el buen estado del motor y, al mismo tiempo, disminuye el impacto ambiental del vehículo.

No prestar atención al sistema de refrigeración

El sistema de refrigeración es responsable de mantener el motor a una temperatura adecuada. Ignorar pérdidas de refrigerante, no revisar el radiador o utilizar un producto inadecuado produce sobrecalentamientos. Un motor sobrecalentado sufre daños estructurales difíciles de reparar.

El líquido refrigerante debe mantenerse en un nivel óptimo y renovarse de acuerdo con las recomendaciones técnicas. Así que El Economista advierte que ignorar este mantenimiento acaba en averías de hasta 4.000 euros.

Olvidar el mantenimiento del sistema de frenos

El sistema de frenos es clave para la seguridad en carretera. Dejar pasar demasiado tiempo entre revisiones o no cambiar las pastillas cuando alcanzan su nivel de desgaste deriva en daños mayores al disco o al caliper. Esto no solo compromete el rendimiento del frenado, sino que incrementa los costos de reparación.

Ruidos inusuales, vibraciones al frenar o un aumento en la distancia de frenado son señales claras de que el sistema requiere verificación inmediata. Revisar periódicamente el estado del líquido de frenos, las pastillas y los discos previene fallos que podrían tener consecuencias graves en la conducción.