Las trampas del azar: Cómo los casinos crean adicción

Los casinos no son lugares inocentes de diversión y entretenimiento. Detrás de sus lujosos y brillantes interiores se esconden cuidadosamente diseñadas trampas psicológicas.

Luces y colores para desorientar

La atmósfera en el interior de un casino está meticulosamente diseñada para animarte a apostar más. Las luces parpadeantes y los colores brillantes aumentan tu nivel de alerta y actividad cerebral, lo que te hace sentir más despierto y energizado.

Pero también tienen un efecto desorientador. Los diseñadores de sitios como Monopoly Casino online eligen gamas de colores cálidos como rojos, naranjas y amarillos porque se ha demostrado que hacen que el tiempo pase más rápido para los jugadores, alterando su percepción. “Solo juguemos una hora más”, piensas, y cuando miras tu reloj han pasado cuatro horas.

Colores cálidos usados en el diseño de interiores de casinos.

  • Rojo: energía, excitación 
  • Naranja: calidez, vitalidad
  • Amarillo: felicidad, optimismo

Sin ventanas ni relojes

Fíjate la próxima vez que vayas a un casino: no encontrarás ni una sola ventana o reloj en las salas de juego. Esto no es una casualidad.

Al privar a los jugadores de pistas contextuales sobre el paso del tiempo, es más probable que pierdan la noción de cuánto llevan jugando y sigan apostando durante más horas de las que tenían planeado inicialmente. Es una estrategia que aumenta las ganancias del casino.

Según un estudio, el promedio de tiempo que pasan los jugadores en un casino de Las Vegas es de 3 horas y 12 minutos. Pero sólo el 14% dice haber permanecido exactamente el tiempo que planeaba jugar. El resto se queda más tiempo del esperado.

Diseño laberíntico

Otra táctica común es el diseño intrincado y laberíntico que dificulta encontrar la salida. Los pasillos serpenteantes, las máquinas tragaperras ubicadas en zigzag y la ausencia de letreros claros contribuyen a este efecto.

La intención es que en tu búsqueda inconsciente de la puerta acabes topándote con más mesas de juego y tentaciones para gastar dinero. Y si por casualidad encuentras la salida, tendrás que volver a pasar por las luces parpadeantes y los sonidos hipnóticos de las tragaperras. Doble oportunidad para que caigas en la trampa.

Sonidos y aromas estimulantes

Además de las luces deslumbrantes, los casinos usan sonidos para mantenerte alerta y despierto, así como menos consciente del paso del tiempo.

La música es cuidadosamente elegida, con tempos más rápidos de lo normal y tonos altos y bajos mezclados para activar tus sentidos. Las tragaperras también reproducen sonidos estimulantes cuando alguien gana cerca de ti, incitándote a probar suerte tú también.

Incluso el sentido del olfato es utilizado para manipularte. Los aromas a comida caliente y postres horneándose aumentan tu apetito y deseos de celebrar, lo que te lleva a apostar con más libertad.

Privación de oxígeno

¿Notaste alguna vez lo sofocante que puede ser el ambiente dentro de algunos casinos? Eso no es una coincidencia tampoco.

Al disminuir los niveles de oxígeno en el aire, la capacidad de tu cerebro para tomar decisiones racionales también se ve afectada. Como consecuencia, es más probable que apuestes cantidades más altas de dinero. ¡Inhalo, exhalo!

Analgésicos gratis

Ofrecer tragos alcohólicos gratis es otra conocida estrategia para nublar tu juicio y que gastes más dinero del prudente.

Pero los casinos van más allá: también proveen analgésicos como la aspirina de forma gratuita. Al disminuir cualquier dolor de cabeza, te sentirás con mejor ánimo para seguir jugando.

Sin contacto humano

La tecnología también es utilizada para manipular a los jugadores. Hoy en día muchas apuestas se realizan desde terminales electrónicas en vez de con un crupier real.

Al eliminar el contacto humano, se reduce la empatía y la conexión emocional con el crupier. Inconscientemente, esto te lleva a apostar mayores sumas de dinero.

Después de todo, ¿a quién le importa que una máquina pierda?

Atención personalizada

Por el contrario, los casinos más exclusivos sí utilizan el factor humano como ventaja. Ofrecen membresías VIP y hacen que los clientes de alto valor reciban un trato personalizado por parte de los gerentes y crupieres.

Sentirte valorado y apreciado como individuo te motiva a visitar este casino con regularidad. Y así gastas más dinero con ellos que en cualquier otro lugar. Un estudio mostró que los clientes VIP representan hasta el 35% de los ingresos de los mega casinos en Las Vegas.

Sin dinero a la vista

¿Te diste cuenta que en los casinos nunca pagas con efectivo directamente? Ya sea que juegues en la ruleta, Blackjack o tragaperras, en su lugar recibes fichas para apostar.

Al no ver billetes y monedas de verdad, tu cerebro no percibe el verdadero valor del dinero que estás gastando. Es más fácil apostar fichas que dólares reales.

Luego, las fichas se intercambian por dinero al final. Pero para ese punto ya perdiste la noción de cuánto efectivo gastaste realmente.

Como ves, nada se deja al azar en el diseño psicológico de un casino. Entre luces deslumbrantes y dosis calculadas de oxígeno, son verdaderos especialistas en provocar adicción al juego. La próxima vez que sientas el impulso de probar suerte, sé consciente de con qué fuerzas estás tratando. ¡El azar puede ser más tramposo de lo que parece!