La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, dibujó hoy en el seno de la reunión extraordinaria de la Comisión Ejecutiva del Consejo Español de Turismo un panorama de “especial gravedad” para la economía canaria por el cero turístico provocado por el Covid-19, una situación que se prevé se alargue en el tiempo, dada la alta dependencia canaria de los países emisores europeos. Esta alta dependencia del cliente extranjero, cifrado en un 87% de la demanda, y el avance de la enfermedad a nivel mundial han hecho a Turismo de Canarias revisar las previsiones de inicio de la recuperación y las sitúa ya en 2021 y en más de un año lo que se tardará en la reapertura total del sector.
Castilla propuso hoy a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en el seno de esta reunión, una serie de medidas extraordinarias para lograr una salida lo más temprana posible de la crisis económica y social en la que están inmersa las islas, como consecuencia de la situación derivada de la emergencia sanitaria mundial producida por el Covid-19.
La titular regional de Turismo fundamentó sus peticiones con una exposición previa de las últimas previsiones económicas realizadas por el Departamento de Estudios e Investigación de la empresa pública Turismo de Canarias, que se han tornado en estos días aún más graves. Según dijo, “la situación en estos momentos por el avance de esta crisis sanitaria a nivel mundial es muy cambiante lo que hace que estemos actualizando el escenario de impacto del Covid en el sector turístico y ya todo apunta a que, al margen de una leve apertura para este verano (que no creemos supere el 10% de la oferta alojativa para atender algo de demanda local afectada, además, por una pérdida de poder adquisitivo), este semicierre total continuará hasta final de año y el inicio de la recuperación se retrasará hasta 2021”.
En este escenario, la llegada de turistas foráneos este año a Canarias se situaría en torno a los 3 millones de personas, con una caída del 80%, y se perderían más de 12.000 millones de facturación turística, (3.200 en el sector hotelero). El impacto de todo ello en el PIB canario sería claro: caería un 28%.
Además, con este escenario, el empleo total del sector turístico se reduciría en una media anual de unas 133.000 plazas.
Junto a las peticiones ya realizadas por Canarias para el sector de posibilitar mayores ayudas y liquidez a las empresas turísticas y la prolongación de los ERTEs tras el cese del estado de alerta, o la aportación de los fondos pendientes del Estado para la modernización de los espacios turísticos y reactivar de paso el sector de la construcción, la Consejería de Turismo canaria sumó también la petición de un plan de viajes estatal (una especie de Imserso ampliado a todos los colectivos).
Dentro de las medidas estratégicas que se diseñan desde la Consejería de Turismo para relanzar el sector, Castilla puso especial énfasis ante la ministra y la secretaria de Estado de Turismo en “la necesidad de apoyo financiero e institucional por parte del Estado para convertir a las Islas Canarias en un laboratorio turístico mundial de seguridad, estableciendo una línea de subvenciones directas para la actualización y modernización en materia de seguridad en Canarias para toda la cadena de valor turística, actualizándola al nuevo contexto actual, y como laboratorio para acciones posteriores en el resto del territorio nacional.
Según explicó, “la actual crisis avoca a que el sistema turístico se tenga que reconfigurar por completo, desde los controles de seguridad aeroportuarios a los trasnfers a los alojamientos, los servicios de habitaciones, etcétera, por lo que en los destinos vamos a necesitar redefinir toda nuestra cadena de valor, y Canarias es un laboratorio viviente perfecto para desarrollar estos nuevos procesos”. La representante turística regional cifró en 20 millones de euros su petición de apoyo “para esta ambiciosa y necesaria iniciativa”.
Castilla habló también hoy de la necesidad para Canarias de un plan de formación para el sector ante una redefinición de los modelos de negocio, “y dado que las Islas serán las más afectadas por el desempleo en turismo, considerando que tiene limitada estacionalidad, y son plantillas mayoritariamente estables”.
Pidió, además en su exposición, intermediación con los países de origen en cuanto al cobro de pagos pendientes de la mayoría de los touroperadores a la oferta alojativa canaria, con demoras desde principios de año y generando un problema añadido de liquidez al que supone el cese de actividades.
Y, en materia de promoción, Yaiza Castilla reclamó un impulso al desarrollo de eventos turísticos con fondos específicos para ellos (mice, culturales, deportivos, etc.), para impulsar los primeros meses de reapertura de la actividad; y un plan de conectividad y un plan de promoción exterior con fondos específicos adicionales, de relanzamiento del destino, con mayor énfasis en la seguridad.